Desde aquél lejano 6 de octubre de 1946, el Estadio Azul albergó las más épicas tardes de futbol que culminaron con una despedida digna de la grandeza de dicho inmueble.

Con una gran demostración de futbol por parte de Martín Cauteruccio, Cruz Azul venció 2-0 a Monarcas Morelia, en lo que será su último partido como local en el recinto originalmente nombrado como Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes.

Y aunque el Azul sólo vio campeón a Atlante en 1947, en sus colores están los de los Cementeros, quienes disputaron ahí las finales de ida en los torneos Invierno 1997, Clausura 2008, Apertura 2008 y Clausura 2013; así como las de Vuelta en el Invierno del 99’ y el Apertura 2009.

Con jugadores de gran envergadura como el “Conejo” Pérez, Carlos Hermosillo, César “Chelito” Delgado, entre otros, Cruz Azul hizo honor a su historia y se despidió de aquél inmueble que lo albergó desde 1996.

La primera pincelada para la obra de arte que finaliza una relación de más de 22 años, fue gracias al uruguayo exdelantero de San Lorenzo.

Cauteruccio aprovechó un remate al poste, para llegar a empujar el balón a las redes de Morelia y hacer el primero y penúltimo gol en el Estadio Azul en el minuto 10.

Aunque Monarcas buscó darle la vuelta a una Máquina que llegó muy crecida en su último juego como local en la Ciudad de los Deportes, el equipo que dirige Pedro Caixinha hizo el último gol que cerraría las puertas del mítico recinto futbolístico.

Al 38’, Ángel Mena hizo el 2-0 definitivo, gracias una jugada de su compañero uruguayo y, tras un segundo tiempo peleado, cerraron con broche de oro una victoria que se quedará para posteridad, como la última que los Cementeros celebraron en el Azul.

Y, ahora en el presente, Cruz Azul aún sueña con la Liguilla tras esta jornada 16, pues están en el lugar 12 con 19 puntos, y esperarán sacar sus últimos tres puntos del Clausura 2018 en la última fecha, para soñar con la Fiesta Grande.