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Con teatro devuelven la sonrisa a un Yemen afectado por la guerra
Solo tres representaciones este diciembre bastaron para que la obra “Yemeni Film” llenara el auditorio y se convirtiera en tendencia a nivel mundial, no solo por la calidad de sus artistas, sino por el mensaje que lleva a un país en guerra.
Los habitantes de la capital de Yemen, Saná, tuvieron oportunidad de presenciar esta puesta en escena que a través del humor ha sido como un bálsamo para esta sociedad que tienen años lidiando con conflictos armados en su hogar.
La obra cuenta las peripecias de un grupo de jóvenes que quieren hacer una película. Los obstáculos reflejan la realidad de hacer un proyecto cinematográfico en Yemen, pero lo presenta con un toque de humor, por lo que entre la violencia, los ataques aéreos, la falta de presupuesto y un elenco amateur tendrán que sortear distintos obstáculos para lograr sus cometido.
Es precisamente la comedia la que hizo posible la creación de una propuesta teatral con un concepto tal, pues al estar la ciudad en manos de rebeldes hutíes la sensibilidad política está aún más presente y esta fue la mejor manera para poder expresar sus propias experiencias.
Ejemplo de la falta que hace el arte para curar heridas en la humanidad fue el lleno total que lograron las funciones, logro que también destacó por estar enmarcado en la pandemia de COVID-19, que provocó no solo el confinamiento sino que también agravó el conflicto que se vive en el país desde 2014, uno que ha sido descrito por la ONU como la peor crisis humanitaria del mundo.
De acuerdo con el organismo internacional decenas de miles de personas han muerto en Yemen desde que en 2015 comenzó la intervención militar de una coalición liderada por Arabia Saudita para apoyar al gobierno, luego de que los rebeldes hutíes tomaran el control de Saná un año antes.
"Como artistas en dificultades, no podemos proporcionar ayuda alimentaria ni detener el conflicto actual", dijo a la AFP Mohammed Khaled, director de la obra, ”todo lo que podemos hacer es brindar entretenimiento a las personas para sacarlas de su actual depresión y una creación artística que puedan disfrutar”.
"Esta obra habla de mí, de otros artistas y de cineastas como yo que luchamos por desarrollar una industria cinematográfica", agregó el también cineasta. "El mayor problema (...) es la falta de salas de cine".
A esto también se suma la difusión del trabajo que sí se puede realizar, pero que se reduce a lo que hay disponible en internet, lo que a su vez impide que haya ganancias para los creadores, en un círculo vicioso que pone en riesgo a la industria cinematográfica yemení.
De acuerdo con la AFP la sociedad yemení siempre ha sido conservadora, pero solía permitir espacios para la libertad personal, la cultura musical y el ocio.
"Nuestras infraestructuras están destruidas", explicó a la AFP el actor Ahmed Helmy. "Como actores y cineastas, carecemos de un entorno apropiado para el cine y el teatro".
La agencia también conversó con un residente de la ciudad, Ayach Soubai, quien considera que “estas creaciones muestran la belleza y el talento de Yemen y se apartan de los titulares habituales sobre bombardeos, hambrunas o epidemias”.
"Esto es lo que nos falta a los jóvenes en el país y estamos tratando de lograrlo utilizando las redes sociales y siguiendo en YouTube y otras plataformas a los creadores de contenido yemeníes, pero no es suficiente", lamenta.