¿Con qué autoridad moral la CFE nos puede exigir a todos los mexicanos el pago de nuestro consumo de energía eléctrica, cuando a más de 500 mil tabasqueños morosos les condona una deuda de 11 mil millones de pesos acumulados en los últimos 25 años?

El mensaje del nuevo gobierno a la sociedad es que se vale portarse mal, pues siempre habrá forma de exigir perdón. A final de cuentas, consumir energía eléctrica y negarse a pagar tiene dos interpretaciones: corrupción por parte del consumidor, e impunidad por parte de las autoridades que la solapan.

La opción legítima para este caso específico, podría haber sido la reestructuración de la deuda de los morosos, con una importante "quita", para que fuese pagada en muchos años, de forma cómoda y accesible. Pero en contraste, les condonaron la deuda tal y con ello se generan compromisos futuros con otros grupos de inconformes, con lo cual se estimulará la impunidad.

El enfoque discrecional con criterios personales, respecto de decisiones que pueden generar consecuencias de alto impacto en el futuro, como lo fue ésta, pone contra la pared al estado de derecho. No puede aplicarse el estado de derecho para unos y actuar con flexibilidad y complacencia beneficiando a otros.

Esta deuda millonaria de los deudores morosos de Tabasco se deriva de un movimiento de resistencia civil iniciada en 1995 por el hoy presidente López Obrador, en contra de las tarifas de CFE y esto se convirtió en bandera política y electoral al paso de los años.

Ni siquiera es justo para todos los tabasqueños que esto se haya resuelto de esta forma. Se benefició a 530 mil morosos, de un total de 755 mil consumidores que conforman el padrón de clientes de CFE según información de la empresa con datos del 2018. ¿Qué se le puede argumentar a los 225 mil tabasqueños responsables y cumplidos que durante estos 25 años pagaron puntualmente su consumo?

Las decisiones gubernamentales mandan mensajes a la sociedad. Para preservar el estado de derecho, las autoridades deben ser congruentes, entre lo que promueven mediáticamente como responsabilidad ciudadana y sus acciones concretas. La falta de congruencia impacta negativamente la autoridad moral.

¿Cuál será la actitud de la CFE frente a quienes acostumbran robar energía eléctrica a través de la utilización de "diablitos"? A final de cuentas los clientes cumplidos subsidiamos a los que no pagan y eso es injusto.

Y si ahora surgieran en otros estados movimientos de resistencia civil en contra de algún servicio público o en oposición al cumplimiento de obligaciones ciudadanas, ¿Cuál será la actitud gubernamental?

Si se exigiera el cumplimiento, siempre quedará como un antecedente injusto acciones como esta, que sólo benefició a Tabasco. Sin embargo, si no se exigiera el cumplimiento de obligaciones sobrevendría el caos y el desmoronamiento del respeto a la autoridad legítima.

Cuando se siembran precedentes, como lo es esta condonación de deuda a los tabasqueños, queda implícito para el inconsciente colectivo, que se está creando un compromiso de hacer extensivo el beneficio a otros que también lo exijan.

La aceptación de esta condonación de adeudo con la CFE en beneficio de un grupo específico, se puede interpretar como un grave conflicto de inequidad frente al resto de los mexicanos, que con el pago oportuno de nuestro consumo, cubrimos lo propio, pero además también el de los morosos.

La construcción de un México más justo se logrará garantizando equidad y no beneficiando a unos con perjuicio de otros.

La aplicación del Estado de Derecho debe tener como premisa la equidad.

¿Usted cómo lo ve?

@homsricardo