CHICAGO.- Después de una temporada de estadios casi desiertos en Chicago, la famosa marquesina del Wrigley Field lo describió perfectamente.

“Bienvenidos a casa, fanáticos de los Cachorros”, se leía.

Los Cachorros y los Medias Blancas de Chicago podrán admitir cantidades limitadas de público a sus juegos esta temporada, según anunció la alcaldesa Lori Lightfoot. Los fanáticos tendrán que usar mascarillas.

Las tribunas podrán admitir el 20% de la capacidad de sus estadios. Esto quiere decir que 8.122 personas podrán asistir a los juegos de los Medias Blancas y 8,274 a los de los Cachorros.

“Soy muy aficionada a los deportes y me entusiasma mucho el que podamos dar unos primeros pasos, con cautela, para reabrir de manera segura nuestros queridos estadios esta temporada”, declaró Lightfoot. “Lo podemos hacer gracias al compromiso de nuestras dos grandes franquicias, que siguen trabajando conjuntamente con las autoridades sanitarias de Chicago para encontrar soluciones”.

Las Grandes Ligas ya habían dicho que permitirían cantidades limitadas de público. Los Filis y los Angelinos han dicho que admitirán también un 20% de su capacidad. Cerveceros y Rockies un 25%, Reales un 30% y Cardenales un 32%.

En Chicago han disminuido los contagios y se está permitiendo un 50% de la capacidad de bares y restaurantes.

Aunque el anuncio permite la presencia de aficionados en las gradas por primera vez desde la campaña de 2019, el requisito de las máscaras será uno de varios cambios que harán de la experiencia de ir al estadio un poco distinta. No se podrá pagar con dinero en efectivo en los puestos de comidas y souvenirs. Todo el mundo, de jugadores a aficionados, tendrán que cumplir “rigorosos chequeos y medidas de higiene”, según el comunicado de la ciudad.

Los Cachorros abrirán su campaña el 1 de abril contra los Piratas de Pittsburgh, y los Medias Blancas jugarán su primer juego en casa el 8 de abril ante los Reales.