Amigos y familiares despidieron con mariachi al empresario Jehudiel Valdés, en ceremonia luctuosa realizada en las capillas Renacimiento en la que predominaron los recuerdos emotivos del joven fallecido de un paro respiratorio el pasado 15 de septiembre en La Habana, Cuba. 

Durante la homilía el sacerdote Jesús Pedro Oyervides, quien había estrechado lazos de amistad con Jehudiel desde años atrás, lo recordó.

“Jehudiel era un hombre de Dios en toda su plenitud, vivió como él quiso y jamás se hizo responsable de lo que los demás pensaran de él. Siempre fue un joven muy risueño, simpático, soñador e informal… y yo creo que ésta misa le hubiera gustado así, informal como era él”.

Entre los asistentes también estuvo presente Lourdes Naranjo de López, esposa del alcalde Isidro López, y recordó que “El Gordo” -como también apodaban de cariño a Jehudiel- era uno de los mejores amigos de su hija Sofía.

“Era una persona muy querida desde el primer momento en que lo conocías te dabas cuenta de lo simpático y alegre que era. Se pasaba muchas noches platicando con mi hija Sofía porque eran muy amigos. Estamos aquí porque quisimos darle el pésame a sus hermanos, él también la hizo de papá y mamá con sus hermanos”.

SIEMPRE PALABRAS DE ALIENTO
Denisse Barba, prima de Jehudiel, dijo que el joven era el más optimista de la familia porque siempre tenía alguna palabra de aliento y esperanza para cualquiera que se acercara a él. “Él era la alegría de todos a donde iba para todos tenía amor y era incomparable”.

Al finalizar la celebración amigos y familiares se acercaron a sus hermanos para dar el pésame, mientras el mariachi tocaba canciones como: “Paloma negra”, “Te lo pido por favor” y “A mi manera”.