En Torreón, una extrabajadora de los servicios de enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social, regresó tres años después de su jubilación a los pasillos de la Clínica 18 para preparar emocionalmente y orientar a quienes se debaten en la línea de fuego en medio de la pandemia a causa del coronavirus. 

Hace poco más de un mes, María Guadalupe Vaquera recibió una llamada de la directora de la unidad que hoy atiende a pacientes positivos del virus, quien le preguntó si quería brindar apoyo en los trabajos del hospital para atender a los pacientes positivos de COVID-19. 

“Esto fue algo que no pasó en todo el tiempo en que yo trabajé. Estaba yo muy atenta a esto y cuando me dijeron, no podía decir que no. Fue como la primera vez que me gustó la enfermería, fue como un llamado a la vocación”, dice.

La enfermera de casi 60 años, temía que no pudiera regresar al encontrarse en una edad considerada como factor de riesgo, pero después de un análisis y de determinar que no tiene ningún tipo de padecimiento crónico que pudiera afectarle, regresó en medio de la emergencia.

“No era tanto que me necesitaran como operativa, sino que querían que colaborara para ayudar a sensibilizar al personal activo que iba a ir a esa área, y esto fue por mi labor como docente. Para ellos fue un impacto emocional esta pandemia, no es por lo peligroso, sino es todo el efecto de las redes sociales y la información”, expresa.

Una de las experiencias que ha tenido en medio de la emergencia, fue recibir a cinco mujeres médicas contratadas por un programa del INSABI para atender exclusivamente a infectados de coronavirus. Las jóvenes llegaron en cuestión de tres días, y hoy a un mes tomó la fotografía de una de ellas a quien se le formó una úlcera en la nariz por la fricción de las gafas protectoras.

“Aparte del rechazo y los incidentes que han habido como resultado de la desinformación, el sector de la salud ha sido uno de los grupos que más ha sufrido contagios en esto, y no es producto de malas técnicas, más bien ha sido la confronta inicial y que todavía no había la suficiente información”, expresó.

VIVE UNA PASIÓN

María Guadalupe Vaquera, que cataloga a la enfermería como su pasión, empezó su carrera profesional hace más de 38 años, en un mundo que no ha cambiado mucho en el tema del machismo y la falta de equidad en hombres y mujeres, como asegura, y además de regresar al hospital, ha entregado despensas a mujeres que están en situación vulnerable, y ha insistido para que no se abandone a las mujeres que están viviendo violencia en el confinamiento. 

En el Día Internacional de la Enfermería, la también miembro fundadora de la Red de Mujeres de La Laguna, recuerda que todas las tardes en la colonia Lucio Blanco, de Torreón, veía caminando a una enfermera, y aunque no la conocían, hizo que su madre la visitara para pedirle que fuera la madrina de su hija, debido a la admiración que le tenía. El uniforme le llamaba. 

EXIGE JUSTICIA

“Había un poco de miedo y desconocimiento, pero teníamos que plantear que nadie más iba a atender esto, que este es nuestro momento histórico. Podemos encontrar aparatos que hagan mil funciones, pero no hay nada que haga la función de una enfermera, porque es físico y emocional. Este es el momento en que la sociedad más nos necesita”, recuerda. 

En entrevista con VANGUARDIA, María Guadalupe, también hizo un paréntesis para unirse al grito de justicia por Dora Pérez Gutiérrez, a quien conoció, y para sus hermanas quienes fueron asesinadas la semana pasada en Torreón por dos hombres, quienes hace unos días fueron identificados y puestos a disposición del juez.

“Ha sido un golpe muy duro para nosotros. Ella estaba feliz ahí”, expresa.

¿Quién es?

María Guadalupe Vaquera fue jefa de enfermeras en la Clínica 18 del IMSS en Torreón.

Estudió carrera técnica de enfermería.

Lcenciatura en la UNAM en línea.

Mestría en administración del servicio en la UAdeC.

Hace 3 años se jubiló.

LO QUE PIENSA

La situación de la Pandemia es como lo que se vivió en la Guerra de Crimea, cuando Florencia Nightingel –quien formó la profesión educativa de la enfermería como la conocemos-, reclutó a un grupo de enfermeras británicas para ir al auxilio de esa contienda en 1856, pues es en cuestiones como éstas cuando los profesionales de la salud deben poner en marcha su sentido de ayuda y de urgencia.