Maribel y Fernando son pareja, salieron juntos a trabajar a un domicilio de la colonia Villas de San Sebastián, como todos los días, tempranito. Ella es empleada doméstica y él le hace a la albañilería.

Ya había pasado la mayor parte de su jornada laboral cuando el teléfono del domicilio sonó. Ella contestó y del otro lado de la línea un hombre se identificó como primo del patrón… el arte del engaño comenzó.

Exaltado, el hombre le dijo que a su patrón le urgía un dinero, pero que no podía llamar, motivo por el cual pedía que abriera la caja fuerte que había en la casa, y ahí encontraría joyas, pero como necesitaba el dinero, le pidió que las llevara a empeñar.

Maribel Vázquez Velázquez, de 39 años, se alarmó pensando que su jefe estaba en algún apuro, por lo que fue con su pareja Fernando Moreno Mercado, de la misma edad, y le contó lo que pasaba.  

Ambos cayeron en las mentiras del delincuente, se dirigieron a realizar lo que les había pedido y depositaron el efectivo, unos 10 mil pesos, en un número de tarjeta que se les proporcionó.

Continuaron realizando sus labores, hasta que horas después llegó el propietario del inmueble ubicado en la calle Villa Valverde, los trabajadores le preguntaron si estaba bien, y cuando le contaron lo ocurrido, el patrón llamó a la Policía para que detuviera a la pareja, pues pensó que ellos eran los culpables.

El hombre y la mujer fueron arrestados, pero luego que se realizaron las investigaciones de lo sucedido, los empleados quedaron libres por la noche del martes, pues no se comprobó el dolo en el dinero que se entregó, siendo sólo víctimas de la extorsión telefónica, mientras que se siguen las investigaciones para tratar de dar con él o los responsables.