Inspirado en un episodio personal ocurrido hace unos años el realizador saltillense Ariel Gutiérrez Flores se prepara para comenzar el trabajo del que sería su primer largometraje, todo esto gracias al estímulo que obtuvo como parte del apoyo a Creadores Cinematográficos del Instituto Mexicano de Cinematografía.

En entrevista con VANGUARDIA el director, conocido por su trabajo en el cortometraje “Los Tiempos de Héctor” —que se presentó en la selección de la Cinéfondation del Festival de Cannes en 2018— nos habló un poco sobre este proyecto y sus planes para el mismo.

“Es un largometraje de ficción sobre un muchacho de quince años que vive en Saltillo, tiene problemas de obesidad y cómo convive con su entorno, su familia y el clima de violencia que vive en la ciudad”, comentó.

Mencionó que aunque está basado en un episodio de violencia que vivió hace aproximadamente una década el largometraje, tentativamente llamado “Toda una vida”, busca presentar un panorama del norte de México alejado de los estereotipos.

“Es una historia de crecimiento, de aprendizaje”, expresó, “vamos a adentrarnos en la vida de este muchacho durante un fin de semana de su vida, esta historia sucede en pocos días”.

Explicó que el estímulo le permitirá “Ir realizando la carpeta, haciendo scouting, viajes y casting y todos los procesos antes de la pre-producción”.

Su plan es filmarlo en Saltillo pues al haber comenzado sus estudios fuera de la ciudad desde los 18 años no había tenido oportunidad de grabar un proyecto aquí.

Al respecto de su interés por mostrar en este filme un norte mucho menos “trillado” agradeció que la nueva dirección del IMCINE esté abogando por descentralizar la cultura “pero también nos toca a los realizadores de cada estado hacer un retrato fidedigno de nuestra realidad”.

“La película no es sobre la violencia”, aclaró Gutierrez, “es sobre otros temas, sobre el personaje, su relación con el mundo en que vive y creo que es parte del proceso que el país enfrenta, la evolución del cine, donde tocamos temas de la realidad de manera distinta”.

El anuncio de los resultados de esta convocatoria llega justo semanas después de que otro apoyo al cine mexicano, el Fidecine, estuvo a punto de desaparecer. Al respecto el realizador comentó que “es una batalla complicada, vamos a tener que seguir luchando porque no se quiten los apoyos o haya una disminución en el prespuesto”.

Al preguntarle cómo sería desde su perspectiva el panorama del cine mexicano sin estos apoyos, dependiente solo de la iniciativa privada expresó que “sería muy difícil que se produjera cine de autor, más personal”.

“Sería muy destructivo para nuestro cine, porque difícilmente tendríamos acceso a la calidad de cine que tenemos”, concluyó Gutierrez, “hay muy buen cine mexicano todos los años, tanto ficción como documental y todos los directores mexicanos han logrado esto gracias al apoyo de los fideicomisos”.