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Comunidad en Mississippi está en duelo por monjas asesinadas
Las dos monjas que fueron asesinadas en Mississippi eran, a decir de todos, de las personas más amistosas y serviciales en toda la ciudad, cocinando y cuidando a los necesitados en su pobre comunidad lo que hace el crimen más sorprendente.
Su vehículo fue hallado a 1,6 kilómetros (una milla) de su casa, donde había indicios de una invasión de morada, pero la policía no ha revelado pistas ni sospechosos en la investigación.
Las mujeres, ambas enfermeras y de 68 años de edad, fueron halladas muertas el jueves por la mañana después que no acudiesen a trabajar en la clínica cercana en la que proveían vacunas de influenza, insulina y otra atención médica a niños y adultos que no pueden pagar por esos servicios.
Fueron identificadas como la hermana Margaret Held y la hermana Paula Merrill.
Joe Morgan Jr., de 58 años, fue a la Lexington Medical Clinic el viernes con esperanzas de hablar con el personal sobre las monjas, pero una nota escrita a mano y colocada en la puerta decía que la clínica estaba cerrada hasta el lunes.
Morgan, un diabético que ha estado discapacitado por los últimos 10 años, era paciente de Merrill y la vio por última vez hace cuatro meses.
"Ella no se merece morir así, haciendo el trabajo de Dios", dijo, sacudiendo la cabeza en las afueras de la clínica.
"La hermana Paula hubiera querido que los perdonara", dijo Morgan sobre quienquiera que mató a las monjas. "En estos momentos, no tengo perdón en el corazón".
Las autoridades no revelaron la causa de las muertes, pero el reverendo Greg Plata dijo que la policía le dijo que las monjas fueron acuchilladas. Las autopsias se realizaban hasta el día de hoy.
"Ellas eran dos de las personas mujeres más dulces y gentiles que se pueda imaginar. Su vocación era ayudar a los pobres", dijo Plata, que está a cargo de una iglesia católica de 35 miembros a la que asistían las monjas.