Sólo los muy ingenuos no conocerían los oficios por los cuales la hechicera hidalguense influyó en el ánimo del Tirano en 2017 para imponer como sucesor a Riquelme, quien hoy administra los negocios de la firma familiar.

Dicen los del círculo interior que el pacto fue que en los primeros dos años no se sustituiría a ninguno de los funcionarios designados por Rubén “N”, ni los intereses creados por el desempeño de la dictadura más cruenta y sanguinaria que haya existido en esta tierra coahuilense, y el delfín lo creyó y sello. ¡Ternurita!

A casi 4 años de aquel convenio leonino se denota que las facturas no han sido cerradas y continúan no solamente los estragos en la tierra coahuilense, sino que la herencia de funcionarios sigue en todos los poderes del estado.

Más de la mitad de los funcionarios del ejecutivo son orejas de Rubén. En el poder judicial sólo se le permitió a Riquelme elegir a su presidente y en el legislativo sólo Olmos es gente del gerente en turno, el resto de los miembros del templo de alabanza son de la caballería moreiriana.

Algo reconocible en Riquelme es su habilidad de maniobra sin hacer enojar a su jefe, aunque esta acción solamente lo lleve a recoger las migajas del pingüe poder que le es conferido en un triste y gris papel.

De repente la criada sale respondona y amenaza al “caudillo” y saca a desempolvar el tapete del muerto, como en el tema de los desaparecidos y la pléyade de cadáveres enterrados en los confines del estado durante la sangrienta administración de los hermanitos de la muerte.

O sacando a los auditores del estado a denunciar desfalcos, disfrazados de irregularidades administrativas, a fin de colocar los “tenme aquí” de las intenciones de la gente del patrón.

Así, este año se denuncia que en la Escuela de cuadros del PRI o Universidad de Coahuila hay más de 300 millones de pesos sin comprobar en becas sin destinatario, asignación de puestos y nóminas de personal administrativo y docente, amén de gastos sin comprobar de dependencias como planeación, asuntos académicos y oficialía mayor; también en la dirección de pensiones de trabajadores de la educación en la que hay 480 millones de pesos sin comprobar y no se tiene un estudio actuarial de las pensiones, precisamente en el periodo de Xicoténcatl de la Cruz, chofer de Carlitos Moreira –quien ahora se las da escritor–, y en dependencias como el DIF siguen imperando las ganancias de David Aguillón a través de los desayunos y de la hechicera hidalguense y sus cómplices en lo que hace a insumos de la dependencia, espectaculares y eventos especiales.

Lo cierto es que el estado se encuentra estancado en la crisis económica más grave desde el gobierno, ante la falta de recursos derivada de los malos manejos de las tres últimas administraciones en la que se incluye ésta. Con pagos exorbitantes por intereses a una deuda impagable que ahora está impactando en las liquidaciones del personal burócrata, aumento de pago en derechos y aprovechamientos, y lo peor es que se sigue endeudando al patrimonio del estado; una crisis de salud ante la nula estrategia de cerco a la pandemia y una crisis de seguridad en la que Coahuila tiene más homicidios que Guerrero, Michoacán, Zacatecas, Tamaulipas y Nuevo León.

A duras penas Riquelme pudo negociar que su candidato a la alcaldía de Torreón fuera aceptado y colocar a Jericó como candidato a Diputado Federal, fuera de estos casos las designaciones llegaron desde el búnker de Sierra Nevada en las Lomas de la CDMX.

Aunque esas imposiciones fueran tan impopulares y vacías como la candidatura de ese menudo refrigerado que es Chema Frausto en Saltillo o Normita Treviño en Piedras, por señalar personajes.

Se sabe de cierto de las negociaciones que Rubén “N” obtuvo primero con la 4T para entregar plazas en el estado y actuar como operador en Nuevo León para romper la alianza en contra de Clara Luz, sacando la candidatura del PRI de la alianza opositora.

Hoy día, preocupado por los esqueletos en su clóset, está luchando para obtener su reelección como diputado de mentiritas (Aguillón dixit) y la posibilidad de ser líder de la Cámara a la promesa con Amlito en el sentido de sacar adelante la candidatura de su pariente en Campeche que nació empinado, de tal magnitud que el exdictador tuvo que recurrir a las labores de Antonio Sola para la campaña sucia contra Layda Sansores.

Lo más triste no es la complicidad sino la sumisión que terminará por enterrar a esta tierra en su periodo más negro de su historia política, cuando hace 121 años fue tierra de la que surgieron revoluciones. ¡Haya cosa!