Como quiera soy feliz

Usted está aquí

Como quiera soy feliz

Edgar Moncada sacó una nota acerca de la marginación en Saltillo. Se trata de Guadalupe Rocha, de 52 años, desempleada por una lesión en la mano y que vive sola. Ella estima que requiere de $500 pesos semanales. Vive en una casa prestada, que tiene tres habitaciones de block sin pintar. Uno de los cuartos tiene techo de lámina. A la entrada hay una puerta de madera sobrepuesta con una cadena y candado. La primera habitación es sala comedor y cocina. Guadalupe insiste en que, a pesar de sus carencias, gracias al apoyo que recibe de la Iglesia por el momento no le falta nada. al final de la plática con el reportero, la señora Guadalupe le dice: “Póngale que como quiera soy feliz. es que a final de cuentas la vida es sencilla, nada más que siempre nos la complicamos.” Las sabias palabras de esta mujer, que vive de manera humilde, tienen un fondo filosófico. Para ser felices no necesitamos de bienes materiales, a pesar de que las doctrinas liberales, comunistas y capitalistas coinciden en todas en una idea materialista. En un cuento corto de Chejov, “La sala número seis” este gran escritor pone en boca de Gromov, un loco que sufre manía de persecución, un canto de esperanza para el futuro ruso: “Llegarán, sí, llegarán tiempos mejores. Quizá a usted le parezca ridículo lo que estoy diciendo, pero preste atención: en la tierra nacerá un día mejor en el cual la verdad saldrá victoriosa, y los pobres, los humildes, los perseguidos, los desgraciados, alcanzaran la felicidad que se merecen y que ahora no poseen. Quizá entonces yo no estaré allí, pero poco importa. Me complazco en pensar que las generaciones futuras serán felices, y yo les doy la bienvenida de corazón: ¡Adelante, amigos míos!  ¡Que Dios os proteja, amigos desconocidos del lejano futuro!” Chejov no alcanzó a ver el fin del zarismo ni la victoria de la revolución que debería haber sido la portadora de aquella felicidad. Los cuentos de Chejov describen la difícil situación social de Rusia en los últimos años del zarismo. Campesinos pobres que luchan por la supervivencia, corrupción política y económica, enfermedades y miseria son los protagonistas de sus novelas. La ideología marxista, que para algunos es una especie de religión, tiene entre sus errores una interpretación materialista “mientras el proletario esté guiado por motivos puramente económicos, seguirá haciendo en el fondo un burgués.” El marxismo también promueve la lucha violenta de clases de ricos contra pobres, obreros contra burgueses, la abolición de la propiedad privada. Propone también eliminar la burocracia e instaurar una especie de democracia directa. Sin embargo, donde han gobernado, el marxismo se queda la fase de la dictadura del proletariado, lejos de su mensaje de salvación para el pobre y el oprimido. En realidad, crean infiernos en vez de los anhelados paraísos. Estudios recientes demuestran que el comunismo en el poder ha causado aproximadamente 100 millones de víctimas entre 1917 y 1989.  entre los crímenes de los regímenes comunistas esta la policía de seguridad creada por Lenin, su lucha contra el elemento campesino y la aniquilación de los cosacos, la persecución contra la Iglesia ortodoxa, la carestía y el hambre causada por una política económica ciega que provocó la muerte 6 millones de personas en la Unión Soviética. Durante el período Lenin-Stalin se contabilizan 20 millones de muertos. El comunista chino Mao Tse Tung, quizá el personaje histórico que ha causado el mayor número de muertos en el siglo 65,000,000 de víctimas. A pesar de del fracaso de las ideologías materialistas, se siguen usando para manipular a las masas que continúan creyendo en ellas. Pocas personas les dicen: “Póngale que como quiera soy feliz.”