Ciudad de México.- La alta dirección de empresas tomó un nuevo rostro con la llegada de la tecnología y con la aplicación de nuevos mecanismos para tener un control prácticamente en tiempo real, sobre lo que sucede dentro y fuera de las organizaciones.

En ese sentido, la cultura digital ha creado una nueva generación de ejecutivos y gerentes capaces de analizar y determinar estrategias precisas e implementarlas de acuerdo al análisis del Big Data, de las estadísticas milimétricas y a la reacción de los consumidores, que se han convertido también en el eje rector de las políticas de ventas.

Tal como lo señala el sitio Puro Marketing, “los productos y servicios pasan a un segundo plano, interesa mucho más la experiencia y expectativa del cliente”.

Pero esto solamente se puede lograr estando muy atento a las reacciones de los consumidores sobre todo en redes sociales y a las métricas que se generan en los canales digitales, ya que esto marca los cambios en los hábitos y en los niveles de satisfacción de los clientes con respecto a las marcas o productos que ofrecen las empresas.

Con respecto a la gestión de los recursos humanos, la cultura digital ha permeado profundamente estas relaciones y ahora son más productivas las juntas virtuales que las presenciales; se prioriza la productividad sobre la presencia en los centros de trabajo y literalmente las oficinas son omnipresentes, ya que se pueden realizar las actividades diarias desde cualquier lugar.

Las nuevas generaciones crecieron con estos avances y se adaptan muy bien a estas transiciones rápidas, por lo que entienden de manera casi innata que las cosas suceden de manera inmediata, hay que interpretarlas lo más rápido posible y adecuar las estrategias en el momento mismo pero con base en los datos recabados; un ritmo que para los gerentes formados a la antigua, es casi imposible de entender.

(Tomado de El Semanario)