Cómo elegir un candidato
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Cómo elegir un candidato
En Asamblea del Consejo del Comité Ejecutivo Nacional del Partido, se hizo un análisis de la realidad nacional. En él se concluyó que: 1. El pueblo de México sabe que la corrupción es el aceite sin el cual no puede funcionar el engranaje del país. 2. Al ciudadano no le gusta que le mientan y ya no cree en los políticos.
Considerando lo anterior y en cumplimiento con los estatutos de nuestro partido se acordó publicar la siguiente Convocatoria para elegir candidatos:
I. Sobre el perfil de los candidatos. Deberán tener experiencia en uno o más de los siguientes puntos:
1. Robar sin que nadie lo atrape. Aceptar o entregar sobornos, mordidas o similares.
2. Realizar algún tipo de fraude ya sea fiscal, electoral (puntos extra), contable. Creación de empresas fantasma, vaciar arcas, triangular recursos.
3. Demostrar vivir del erario, sin trabajar. Falsificar documentos, cuentas, credenciales o actas.
5. Experiencia en actuación, teatro, retórica o declamación. Cualquier medio que permita crear falsas esperanzas en la población. Habilidad para manipular a las masas a través de los medios de comunicación.
II. Además de lo anterior, los candidatos, una vez electos se comprometen a cumplir con los siguientes requisitos:
1. Que robe pero que haga. Tener una dosis de valentía cínica para robar es indispensable. Que robe pero que salpique. Se le continuará el apoyo del partido en la medida que reparta el botín.
2. Su eslogan de campaña será: “Roba, pero sí hace”. Puede además incluir: “El que no transa no avanza”, o en su caso “el que agandalla no batalla”. Deberá ir impreso en toda su publicidad.
3. Tener poco o nada de escrúpulos. Hablar en términos legales y confusos en todo momento.
4. Tener complicidad con líderes sindicales que tengan millones de pesos, (dólares o euros bienvenidos también) producto del desvío de cuotas, la venta de plazas, los contratos de protección y demás corruptelas.
Estos líderes deberán financiar la campaña y asegurar el voto de sus agremiados. Tener nexos con empresarios que sean parte del sistema y estén dispuestos a dar su apoyo a cambio de las prebendas de costumbre.
Para evitar que se continúe con esta clase de candidatos, Agustín Basave, miembro distinguido de la izquierda mexicana, propone en su libro Mexicanidad y esquizofrenia: “Seguimos viéndonos la cara con la idea de que el pueblo es limpio y sólo los dirigentes son sucios. ¿De dónde salen, dónde se forman esos dirigentes? ¿Quién permite que lleguen y se mantengan dónde están? ....
La responsabilidad primordial de cambiarlo (al sistema corrupto) es de los representantes. Pero sin la depuración de los representados, sin una cruzada por la autocrítica social y por el renacimiento ético de nuestra sociedad políticamente organizada, seguiremos en esta cotidianeidad de fullerías, permitiendo que quede impune el chapoteo de los corruptos grandes, medianos y pequeños en el estercolero.
Continuaremos en una fiesta de disfraces en la que nadie engaña a nadie y todos nos engañamos a nosotros mismos.