Una de las principales causas del estrés es el trabajo, así que tiene mucho sentido que si te desestresas en la oficina, tu vida en lo general será mucho más relajante. Y aunque no lo creas, tu escritorio es la raíz del problema. Es ahí donde acumulas tensión, donde pasas los peores ratos, y donde podrías mejorar tu actitud.

Mejora tu postura: Una de las maneras más rápidas y sencillas para desestresar tu escritorio es poniéndote derechita. Esto no sólo mejora tu postura, sino que también te da un empujón de energía y confianza. Además, de acuerdo a diferentes estudios, una buena postura reduce la depresión y mejora los niveles de energía.

Relajación progresiva de los músculo (RPM): Los músculos tensos son una señal temprana del estrés. Si los desestresas adoptando la técnica del RPM, sentirás una relajación casi inmediata. Y es súper sencillo; tienes que tensar el cuello y los músculos de la espalda haciendo que la parte posterior del cuello toque tu espalda y presionar por 5 a 10 segundos. Una vez que estés BIEN tensa, libera el estrés y pon la mente en blanco o repite palabras relajantes.

Inhala pofundamente: La respiración profunda puede regular la circulación de la sangre, controlar el ritmo cardiáco y reducir el estrés y la ansiedad. Todos estos beneficios puedes conseguirlos con tan sólo respirar profundamente unas 5 veces mientras piensas cosas bonitas y relajantes.

Visualiza algo hermoso: Las oficinas pueden ser parcialmente estresantes gracias a la proximidad que brindan con otros escritorios y, por ende, la atracción del estrés o la vibra de los demás. Gritos, llamadas telefónicas, gente corriendo, chismes, teclados… entendemos que todo eso te estrese. Pero para sentirte TAN afectada, te recomendamos explotar tu imaginación. 

En lugar de mirar tu escenario con desagrado, ¿por qué no imaginar que estás en un lugar diferente y más relajante?
Platica con un amigo: Visita a tu mejor amiga en RH o Sistemas y distráete con los chismes de la oficina. Si eso no mejora tu humor, no sabemos qué lo hará.

Actívate: Salte a explorar los pasillos más desolados y date una vuelta por la calle de enfrente por un café. Si sales un rato y respiras aire fresco, te sentirás más animada y relajada en instantes.

Por Eme de Mujer