¿Cómo cerraron las finanzas públicas en el 2018?

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¿Cómo cerraron las finanzas públicas en el 2018?

El pasado 30 de enero, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio a conocer el Informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública, correspondiente al periodo enero-diciembre 2018. Tal y como lo hace mes tras mes, al dar cuenta de la situación que guardan las finanzas públicas del país, en esta ocasión este último reporte reviste una importancia especial al mostrarnos el consolidado de todo el 2018.

Entre las cifras a destacar se encuentra, en primer lugar, la correspondiente a la deuda gubernamental –medida a través de su indicador más amplio, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público-, cerró en 44.8% como proporción de PIB. Dato que se ubica por debajo del 45.8%, registrado para el 2017 e inferior al 45.3%, proyectado en los Criterios Generales de Política Económica para el año anterior.

En este sentido hay que reconocer -así como todas las críticas que con razón se le hicieron a la administración anterior, en virtud del explosivo aumento de la deuda pública- que los últimos dos años de gestión, mostraron un compromiso irrestricto en corregir parte de ese festín de créditos y financiamientos inexplicables.

La disminución en el indicador de deuda pública se da a pesar de que durante el año pasado, el superávit primario –la diferencia entre ingresos y egresos, antes del pago de intereses de la deuda– registró una disminución del 55%, al cerrar el 2018 en los 143 mil 712 millones de pesos (mmdp).

En lo que toca a los ingresos, los llamados ingresos presupuestarios del sector público tuvieron un crecimiento real del 5.4% respecto a lo observado en el 2017, mientras que los tributarios aumentaron solo 2.2% frente al mismo lapso. En términos de proporción respecto al PIB, ambos indicadores se sitúan en niveles casi iguales (21.7% y 13% respectivamente) con los que cerró el 2017.

Sin embargo los focos rojos, parecen encontrarse en la parte del gasto público. Los rubros que más llaman la atención, si lo vemos desde la perspectiva del ritmo de los incrementos anuales, son dos en particular. El costo financiero, que comprende básicamente el pago de intereses de deuda, se incrementó 10%, en tanto que las erogaciones atribuibles a pensiones y jubilaciones lo hicieron en 7%.

Si nos enfocamos solo en el costo financiero de la deuda pública, tan solo el incremento que registraron las empresas productivas del Estado en este rubro fue de 14.5% en términos reales.

Enfocándonos en Pemex -y a propósito de todo el revuelo político ocasionado por la rebaja de calificación por parte de Fitch-, su pago de intereses aumentó en términos reales un 15.1% a tasa anual.

Dicho en otras palabras, a pesar de haber obtenido un superávit primario de 60 mil 158 mdp una vez que se le añaden los pagos de intereses, esto la lleva a registrar un balance financiero deficitario de 61 mil 898 mdp. Es decir, poco más de 120 mil mdp que se le fueron a Pemex al pago de deuda.

Por ese y otros tantos motivos que observó Fitch, se explica la rebaja de la nota crediticia. Habrá mucho por hacer para mejorar el perfil crediticio de Pemex. Ojalá que la actual administración se ocupe en eso y no en andar descalificando a las calificadoras.

*Economista y catedrático de la Universidad La Salle Saltillo