Por: JULIO COLÍN

El paso del huracán Willa dejó con grandes afectaciones el norte del estado de Nayarit, en específico a los municipios de Tecuala, Acaponeta, Rosamorada, Ruiz y Tuxpan. De categoría 4 y con vientos de hasta 305 kilómetros por hora, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos catalogó este ojo del huracán como “extremadamente peligroso”.

“Willa será peligroso cuando alcance las costas de México, dando paso a su gradual debilitamiento una vez que toque tierra”, advertía el Centro Nacional de Huracanes, y así fue. Cerca de 180 mil personas se encuentran damnificadas, de las cuales, de acuerdo con el gobernador del estado, Antonio Echevarría García, 100 mil perdieron su patrimonio.

El estado se encuentra bajo el lodo. Incluso la comunidad de Los Sandovales prácticamente desapareció del mapa, las casas de los habitantes quedaron bajo toneladas de lodo tras el desbordamiento del Río Acaponeta, aunque Río San Pedro también provocó inundaciones por su desbordamiento.

“El lodo nos llegaba a los tobillos y el agua hasta las rodillas, no habíamos caminado ni 50 metros cuando el agua ya nos llegaba al pecho, y se nos hizo más difícil caminar entre el lodo”, recordó un campesino de la localidad.

De acuerdo con las autoridades, al menos cuatro personas fallecieron.

A pesar de la ayuda que los habitantes de estas comunidades han recibido de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en la entrega de víveres, despensas y colchonetas, se han valido por sí mismos tratando de recuperar sus bienes. Hasta el día de ayer, el Huffington Post informaba que los departamentos de los servicios públicos aún trabajaban para regular el abastecimiento de agua.

(Tomado de GLUC.Mx)