Colosos de pasión, modernidad y negocio

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Colosos de pasión, modernidad y negocio

Los inmuebles deportivos en el mundo están dando un giro de 360 grados, pues necesitan ser más versátiles, atractivos y sustentables para ser más rentables. México no quiere quedarse atrás en este tema y apuesta por la modernidad e innovación en la construcción o remodelación de los diferentes estadios tanto en deportes como el futbol y el beisbol, con el fin de mantener viva esta actividad pero además de tener otros giros comerciales y espectáculos dentro de ellos que les permita a estas inversiones tener rentabilidad en el corto plazo. 

Prueba de ello son los regios, que han dado nuevamente un ejemplo de visión empresarial y de movimiento económico de la mano del deporte más popular de este país: el futbol. Han inaugurado un imponente estadio de futbol para uno de sus equipos representativos: los Rayados del Monterrey, un inmueble a la vanguardia en infraestructura, tecnología y comodidad con una inversión de más de tres mil millones de pesos y que además servirá para otros espectáculos. 

La apuesta hoy día es desarrollar estadios o inmuebles deportivos sustentables, integrales, eficientes y útiles, donde la actividad no esté ya centrada en los días de juego. Una tarea importante es diseñar softwares que manejen la operación de los estadios para además de comodidad ofrecer una experiencia virtual a los asistentes. Ejemplo de ello sería crear aplicaciones para hacer la estancia interactiva como el acceso a Google Glass para analizar datos del partido o tener acceso a las tomas interiores desde tu teléfono para seguir cada una de las acciones o poder ordenar tus bebidas y comidas desde tu butaca. 

Además del citado inmueble, en México tenemos ahora mismo dos conceptos que cumplen a cabalidad con estas características como los son: El Omnilfe de Guadalajara que costó 200 mdd; y el Territorio Santos Modelo con una inversión de 100 mdd. Por supuesto lo que se busca generar con estas inversiones es que las ganancias superen los costos pero que además creen un estilo de vida para los fanáticos al acceder a los estadios y por consiguiente se genere un consumo de todo lo que ofertan estos mismos. 

Tristemente el coloso deportivo más representativo que tiene el territorio mexicano y me refiero al Estadio Azteca ha dejado de ser funcional, cómodo y rentable. Tarde o temprano o lo derriban o se quedará como un elefante blanco, porque en mi opinión una remodelación no es financieramente viable. En la capital es más complicado que en provincia. 

Caso contrario es lo que han hecho los poblanos en la remodelación de su estadio Cuauhtémoc con un costo de 52 mdd, así como otros inmuebles que están por nacer como el nuevo estadio de los Tomateros de Culiacán con una inversión de 28 mdd, el estadio de beisbol de Sonora único en México con una inversión de 30 mdd y el estadio de futbol Acapulco con una inversión de 40 millones de dólares y próximamente la Autónoma de Nuevo León apostará ya por la renovación del estadio del Club Tigres. Veremos pues los alcance de éxito de estos inmuebles porque al final lo que se pone en juego es el dinero.