De acuerdo con el padre Pedro Pantoja Arreola, activista en la defensa de los derechos humanos de los migrantes, a pesar de la contingencia sanitaria realizada tras la llegada del COVID-19 a México, los migrantes no han dejado de llegar a la “Casa del Migrante”, por lo que han tenido que pasar la noche fuera de las instalaciones.

Por lo anterior, la institución prevé colocar un campamento en los alrededores para otorgar refugio a las decenas de migrantes centroamericanos que llegan todos los días a ese lugar y que por los protocolos del COVID-19 no pueden entrar.

El sacerdote señala que ya son varias ocasiones en que los visitantes tienden sus cobijas en las banquetas cercanas a la Casa del Migrante en la colonia Landín, para pasar la noche.

La Casa del Migrante ha entablado reuniones con profesionistas expertos en estos campamentos para recibir asesoría para instalarlos.

“Estamos viendo qué podríamos hacer con estas caravanas. Estamos planeando campamentos externos emergentes para esta gente que no pueda entrar. Los campamentos estarían fuera de la casa, en lugares totalmente instalados. Vamos a tener varias reuniones con representantes del Gobierno Estatal y Federal para esto.

“Además de las 80 personas que tenemos en total confinamiento que no pueden salir ni un segundo, siguen llegando grupos atípicos de migrantes caminando, que no pueden entrar a la casa por los protocolos de salubirdad. Son como 100 diarios que atendemos afuera de la Casa. Les proporcionamos comida, ropa y medicina y un paquete para que les dure varios  días”, añadió.

PROCESOS LEGALES DETENIDOS

El activista y sacerdote añadió que actualmente hay más de 60 procedimientos legales detenidos por la contingencia sanitaria, los cuales buscan otorgar asilo a los refugiados provenientes de Centroamérica

Será hasta después del 30 de mayo que tanto el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Comisión Nacional para Refugiados (CONAR) estarán reanudando procedimientos legales de refugiados que piden asilo político en Saltillo.

“Hasta después del 30 de mayo tanto ACNUR como Conar, responsables de los asuntos legales del asilo y del refugio  de migrantes, comenzarán de nuevo. Hay plazos que quedaron pendientes. Mucha gente que tenemos en la Casa actualmente quedó suspendida esperando los plazos de definición. Son alrededor de 60 y otros 10 que son migrantes forzados”, concluyó.

La Casa fue abierta en 2002, y defiende los derechos de los migrantes.