Colima: disputa de cárteles

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Colima: disputa de cárteles

Foto: Tomada de Internet
Manzanillo se ha erigido como un punto estratégico para el crimen organizado en la región; la violencia ha crecido en los últimos años

México, DF. En Colima, por lo menos tres organizaciones criminales se disputan el territorio para el control del tráfico de droga, siendo el puerto de Manzanillo el punto clave para el trasiego de los narcóticos y precursores químicos para su elaboración. El clima de violencia generado por dicha disputa ha alcanzado a funcionarios públicos.
 
Uno de los antecedentes de dicha situación es que a inicios de junio de este año, en la comunidad de Camotlán de Miraflores, en el puerto de Manzanillo, fue localizado el cadáver de un hombre con la cabeza cercenada junto con un mensaje firmado presuntamente por el Cártel de Sinaloa en el cual supuestamente se atribuían el crimen y lanzaban un llamado a las autoridades para que evitarán “proteger” al grupo antagónico: el cártel Jalisco Nueva Generación.
 
Al mes de ese hecho, autoridades de la Vigésima Zona Militar confirmaron a diversos medios locales, entre ellos el portal de noticias “Meganoticias Colima”, la pugna territorial entre ambas organizaciones criminales, incluyendo al cártel de los Caballeros Templarios (antes La Familia Michoacana), quienes de acuerdo con la Administración para el Control de Droga de ese país (DEA por sus siglas en inglés), es considerado el grupo hegemónico en la entidad.
 
En los primeros meses de 2014, en el marco del operativo federal para desarticular las operaciones de los Caballeros Templarios, la entonces Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, que encabezaba Alfredo Castillo Cervantes, propinó varios golpes a las finanzas de dicho grupo en la entidad, dando cuenta de las operaciones estratégicas que se mantienen en vilo a la fecha.
 
Ataques contra gobernadores
 
Los hechos de violencia ligados con el actuar de dichas organizaciones delictivas se ha hecho evidente incluso en los ataques en contra de gobernadores y ex mandatarios de Colima. Apenas este lunes, el priista, Fernando Moreno Peña, gobernador en la entidad durante el período de 1997-2003, fue blanco de un atentado cuando desayunada en un restaurante de la capital.
 
Sobre el hecho, ayer en conferencia de prensa el gobernador, Mario Anguiano Moreno informó que estaban “plenamente identificados” los agresores del ex mandatario, por lo que autoridades de los tres niveles de gobierno ya trabajan para su pronta detención.
 
Por su parte, el coordinador de Seguridad Pública estatal, Félix Humberto Vuelvas Aguilar detalló que fue posible ubicar a al menos dos de los involucrados a través del sistema de videograbación, quienes además de ser identificados por testigos presenciales fueron reconocidos por haber cometido otros delitos en la entidad, al hacer la confronta de las imágenes en la unidad de análisis e investigación. Sin embargo, indicó que aún no era posible tener un móvil del ataque.
 
En cuanto a la salud del Fernando Moreno, el secretario de salud, Agustín Lara Esqueda indicó que hasta ayer en el exgobernador continuaba con “una evolución favorable, estable, sin compromiso cardiorrespiratorio, ni complicaciones en lesiones reparadas”, por lo que adelantó que este miércoles sería evaluado por el equipo quirúrgico para valorar su traslado a piso.
 
Gubernaturas manchadas de rojo
 
Hace cinco años, el 21 de noviembre 2010 fue asesinado el entonces gobernador (2205-2009), Silverio Cavazos Ceballos, cuya muerte fue reprochada por su familia en contra de Moreno Peña, pues resultó que Samuel Rodríguez Moreno, sobrino de Fernando Moreno habría estado vinculado con el crimen.
 
Luego de la Procuraduría de Colima lo identificó como supuesto abogado de Gerardo Mendoza Chávez, identificado entonces como líder del cártel de la Familia Michoacana, quien habría presuntamente ordenado el asesinato de Cavazos.
 
El antecesor de Silverio Cavazos, fue el también priista Gustavo Vázquez Montes, quien a días de tomar posesión de la gubernatura, falleció el 24 de febrero de 2005, junto con otros cuatro de sus colaboradores y los pilotos de la aeronave en la que viajaba y que terminó por desplomarse en Tzitzio, Michoacán. Sobre las causas del incidente las autoridades no las esclarecieron del todo, por lo que a la fecha se presume que también se trató de un atentado por obra de grupos criminales.
 
En 1973 fue electo gobernador del estado por el PRI Antonio Barbosa Heldt, quien murió mes y medio antes de asumir el cargo, supuestamente la causa de su muerte fue suicidio ante  “una grave enfermedad renal”, razón que de igual forma no tuvo claridad ante la opinión pública.