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Colegio Cervantes de Torreón, punta del iceberg: Especialista
Roberto López Franco, catedrático de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), consideró que el suceso en el colegio Cervantes, donde un niño mató a su maestra y después se suicidó, es “la punta del iceberg”.
Expuso que seguirán presentándose manifestaciones de niños y niñas que no han sido atendidos en esta etapa de violencia social que se vive y ha vivido desde por lo menos 2007.
López Franco, experto en psicología social, dijo que niños y niñas que han vivido en la etapa aguda de la violencia en la Comarca Lagunera y no se les atendió o no se les ha atendido, tenderán a expresar su resentimiento, su odio, su coraje y desilusión por una familia, una escuela, una sociedad, que no les provee de elementos para entender y enfrentar esa violencia.
El especialista indicó que se debe estar atento a ejemplos como el de la niña que avisa que se va a suicidar o el niño que pone una foto de un arma y dice que se va a matar.
El especialista sostuvo que la violencia social generó familias disfuncionales con características muy específicas, pues se llegó a hablar de familias con la carencia de un miembro, ya sea por secuestro, asesinato, desaparición.
SIMULACIÓN GUBERNAMENTAL
López Franco criticó que exista mucha simulación de los gobiernos estatal y municipal para atender los fenómenos provocados por la violencia social.
Opinó que el gobierno está administrando la violencia social, está administrando el miedo de la sociedad y señaló que las acciones anunciadas a raíz de los sucesos en el colegio Cervantes, son “operativos de espectacularidad para llamar la atención y decir que están haciendo algo o son reuniones con 20 organismos para platicar y dialogar pero sin un resultado, sin un plan de trabajo posterior”.