Usted está aquí
Colágeno oral: Prometedor, pero sin evidencia científica
Colágeno marino, colágeno hidrolizado, colágeno con magnesio…en polvos, en cápsulas y hasta con sabor a vainilla o fresa. Productos que parecen ser la solución para que las arrugas de la piel se atenúen y los dolores de la artrosis también.
Pero el dermatólogo Agustín Viera y la reumatóloga Montserrat Romero nunca lo prescriben en su consulta. Ambos coinciden en que este tipo de productos pueden tener un futuro prometedor pero todavía no existen los suficientes ensayos clínicos con humanos que hayan probado su eficacia.
El colágeno es la proteína más abundante de nuestro cuerpo, supone un 25% de las proteínas de los mamíferos, y un componente esencial de los tejidos como la piel, huesos, ligamentos, tendones, cartílagos, menisco, discos intervertebrales, etc.
También forma parte de la pared de los vasos sanguíneos, córnea ocular, dentina, encías y cuero cabelludo, así como del tejido conectivo que envuelve y protege músculos y órganos vitales. Una proteína cuyos niveles en el organismo empiezan a bajar a partir de los 25/30 años y recpercute en el proceso de envejecimiento y desgaste del organismo. No solo en la perdida de elasticidad y frescura en la piel o de la fortaleza del cabello.
“Da la sensación de que el colágeno vale para todo pero en realidad la nutricosmética se debe entender como una herramienta que complementa un estilo de vida sano y equilibrado, con cuidados tópicos de la piel específicos”, considera el dermatólogo.
Para que el colágeno consumido ofrezca resultados tendría que ser asimilado por el organismo, “distribuido por el torrente sanguíneo tiene que llegar a la piel con una determinada concentración para que alcance una eficacia objetiva. Por esa la importancia está en la biodisponibilidad”, señala el especialista.
No todos los productos de colágeno son iguales. Hay productos de colágeno nativos cuya biodisponibilidad es tan baja que la digestión humana solo es capaz de aprovechar un porcentaje inferior al 1%, otros gelatinizados pueden aumentar la biodisponibilidad hasta el 10% y otros hidrolizados aumentan este porcentaje. “Muchas veces no están claras las fórmulas, ni las dosis, ni el tiempo que hay que utilizar el producto, ni si interactúan unas sustancias con otras, ni los limites superiores para su uso seguro”.
Y el potencial del colágeno todavía no se ha sometido a suficientes estudios como para constatar una evidencia científica.
Hay muy pocos estudios clínicos (en humanos) y siempre comparando el grupo tratado con colágeno oral frente a placebo y no frente a otros tratamientos que hayan demostrado eficacia.
“No todo lo que se aplica en la piel se absorbe y por mucho que se aplique colágeno es posible que no se absorba, que no genere ninguna eficacia sobre el depósito de colágeno de la dermis”.