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Codex Bornensis Gaditanensis: un descubrimiento que explica el mestizaje colonial
A simple vista el Codex Bornensis Gaditanensis parece un códice tributario más, otro documento hecho por los mexicas —de los cerca de 50 que existen en la actualidad— para registrar cuánto y qué les debían de tributo los pueblos sometidos por ellos.
Pero tras una inspección más minuciosa se pueden observar en él detalles que sus pares no tienen, cuestiones más inclinadas a su manufactura artística que podrían indicar cómo los pueblos mesoamericanos comenzaron a verse influenciados por la cultura y el arte europeos.
Esto es lo que los investigadores Enrique Reyes Chávez y Jaime Torres Mendoza de la Escuela de Artes Plásticas de la UAdeC descubrieron y cuyas primeras averiguaciones presentaron la semana pasada en las instalaciones de la institución en Ciudad Universitaria.
Tras una investigación donde ellos junto con Raquel Torres y Alejandro Cerecero estudiaron imágenes de Cristos crucificado hechos con pasta de caña de maíz en Durango y Saltillo. Reyes Chávez visitó el Archivo de Indias en Sevilla y encontró en él registros de una imagen del mismo material: El Santo Cristo del Capítulo.
“Relata la historia que fue encontrado en Jeréz de la Frontera, al sur de España, cerca de Cádiz y unos monjes la encontraron en 1553 y la compraron para que estuviera en la Sala del Capítulo, donde los monjes se reúnen en la asamblea capitular, y fue llevado a Bornos”, contó.
“Permanece en el monasterio jerónimo de Bornos hasta que en 1863 los bienes de la iglesia fueron expropiados en la amortización de Mendizábal y la imagen la sacan del monasterio y se la llevan a la parroquia”, agregó.
Posteriormente, durante una restauración llevada a cabo en 2013 por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico se encontró, entre los pliegues de la tela que cubre la entrepierna del crucificado, el códice, pegado en triángulos a estas zonas. Ambas piezas fueron restauradas.
Por su parte Torres Mendoza explicó por qué este documento arroja importante información para el entendimiento de lo que sucedió durante la conquista con los pueblos prehispánicos.
“Su existencia constituye la oportunidad de restaurar parte del tejido social de aquel mundo que se nos fue”, dijo el maestro, quien además dio lectura a varios textos escritos por los sobrevivientes de la conquista y cómo vieron caer sus ciudades ante ellos.
“El códice que vamos a revisar es un códice de tributos. Se trata de un documento oficial que registra minuciosamente todos los objetos que un pueblo sometido a Tenochtitlan le pagaba a Tenochtittlan”, agregó.
Al revisar el Códice Mendoza por su similitud con el Bornensis comenzó a establecer paralelos entre los cuales destaca una diferencia en la composición de las figuras, en particular los glifos de rostros humanos.
Mientras que en los documentos hechos antes de la llegada española sus autores, maestros de su técnica, crearon figuras impecables, en este códice, hecho posterior a esa fecha, dichas formas se ven un tanto más descuidadas.
Es de esta discrepancia que los investigadores lanzan la hipótesis que es en ese momento cuando los escribas mexicas comenzaron a recibir influencias del arte europeo, lo cual haría de este códice, entre otras cuestiones, otro punto de partida para estudiar el mestizaje cultural de la época.
Naturalmente la investigación aún se encuentra en una etapa muy temprana pero Torres Mendoza señaló que uno de los siguientes pasos es identificar, a través del estudio de otros códices tributarios, los tributos de qué pueblo registra este texto encontrado en España y estudiado ahora por saltillenses.
Asimismo, durante la semana pasada, estuvieron en exhibición en la Galería de la EAP fotografías del códice, el crucificado y materiales, además de textos que explican el origen de ambas piezas, datadas alrededor de 1540, más o menos la misma fecha en que se hizo el Códice Mendoza.