Coaliciones: ¿para qué le sirven a la sociedad?

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Coaliciones: ¿para qué le sirven a la sociedad?

¿En qué ha beneficiado a la población que en las últimas elecciones para Gobernador el Partido Primero Coahuila haya ido en alianza con el PRI? O en otras entidades como Sinaloa, ¿en realidad puede haber un gobierno con la ideología del PAN y el PRD en conjunto?

Esta semana, las coaliciones volvieron a ser tema en la agenda electoral para 2017. El PRI anunció el acuerdo con otros seis partidos para ir en conjunto. 

En su comunicado de prensa, el tricolor adelantó que –al menos en la candidatura a Gobernador, sin descartar que en alcaldías y diputaciones locales- irá en conjunto con los partidos Verde, Nueva Alianza, Joven, de la Revolución Coahuilense y el Campesino Popular. 

“El PRI Coahuila acordó ir por la gubernatura del Estado a la elección del próximo año en una gran coalición junto con otros seis partidos políticos, -PVEM, PJ, SI, PRC, PCP y PANAL- con los que integrará una oferta política que garantice que a Coahuila no regresen ni el narcotráfico ni la inseguridad”, citó textualmente el PRI.

En otro lado, la Oposición no ha descartado que se formen alianzas en pro de alcanzar la alternancia. 

En las últimas elecciones en Coahuila, el PAN y la UDC fueron juntos por algunos ayuntamientos y diputaciones, consiguiendo buenos resultados, entre ellos, arrebatarle al PRI al menos dos de las presidencias municipales más importantes en el Estado, Saltillo y Monclova.

Seamos claros, hoy existen en el Estado dos proyectos: quienes buscan mantener el poder y quienes aspiran a la alternancia. 

Por un lado está el PRI como principal estandarte junto a los minipartidos, que buscan mantener el statu  quo: preservar los cotos de poder en el ámbito estatal que se han mantenido intactos desde hace décadas, sin que alguna vez alguna otra fuerza política haya estado siquiera cerca de agenciárselos. 

Por el otro, la Oposición que busca la alternancia, es decir: PAN, UDC, Morena y los independientes, que postulan por la alternancia y un cambio en el estadio de la entidad. 

Con el PRI se ha visto en las últimas elecciones que ha logrado sumar las fortalezas –muchas o pocas- de los también llamados partidos “morralla”, quienes a través de ese vehículo han conseguido preservar el registro. 

En ese sentido, sólo una posible ruptura mayúscula podría sacar al Partido Joven –con Humberto Moreira como estandarte- de esa coalición, aunque con este anuncio se pondría en duda este posible quebranto. 

Por el lado de la Oposición luce más complejo: ¿podrá el PAN de Coahuila convencer en la Ciudad de México que sumarse a Morena podría resultar benéfico para estas elecciones? ¿López Obrador aceptaría colaborar con el PAN para conseguir la alternancia?

Allí es donde se aprecia que podría haber una división de las simpatías del electorado que busca un cambio. 

Por el lado de los independientes, liderados por Javier Guerrero como la figura más pública, es más cercano que puedan decidir formar un bloque opositor al PRI y sus aliados. 

Pero en realidad, ¿Estas coaliciones, más allá de ganar votaciones, sirven de algo para la administración pública?

¿En qué ha beneficiado a la población que en las últimas elecciones para Gobernador, por ejemplo, el Partido Primero Coahuila haya ido en alianza con el PRI?

O en otras entidades como Sinaloa, ¿en realidad puede haber un gobierno que ejecute con ideologías tan dísimbolas como las del PAN y el PRD?

Manlio Fabio Beltrones, el exdirigente del PRI nacional, ha abierto el debate sobre este tema. También Roberto Gil, el legislador que hasta agosto fue presidente del Senado, ¿para qué sirven este tipo de coaliciones? 

Más allá de la suma de votos en el juego electoral, deberíamos considerar y preguntarnos: ¿en realidad benefician en algo a la sociedad?