Luego de casi una semana Nelda Martínez volvió a recibir noticias de su hijo, pero no en el trabajo que tanto anhelaba, sino en la morgue, esperando ser identificado tras ser hallado al lado de la carretera, donde lo asesinaron junto con un compañero.

La mujer denunció el martes la desaparición del joven de 23 años quien partió en busca de trabajo luego de varios intentos que no fructificaron; quería ser trailero y supuestamente estuvo a punto de serlo. Todo quedó en el recuerdo.

El hallazgo de dos cadáveres el pasado día 6 en el kilómetro 1.8 del libramiento Noroeste, en territorio de Santa Catarina, Nuevo León permanecía en el misterio, ya que sus asesinos los dejaron irreconocibles. Éstos fueron enviados al Servicio Médico Forense.

Mientras tanto, en Ramos una madre esperaba noticias de su hijo Gerardo Rafael Ayala Martínez, pero éstas no llegaron, entonces se fue a Nuevo León y acudió a las diferentes dependencias, sin embargo tras varios días nadie le daba álgún indicio.

Pero ayer acabó la búsqueda, pues al ser citada reconoció a uno de los dos cuerpos como el de su hijo, lo identificó al ver un par de tatuajes.

Dichas marcas en espalda y antebrazo derecho no dejaban duda, el cuerpo presentaba huellas de tortura y estaba en avanzada descomposición.

“Ya lo encontré, pero no como yo quería, lo reconocí por sus tatuajes” es todo lo que alcanzó a decir a VANGUARDIA Nelda.

Los investigadores presumen que el doble crimen ocurrió en otro sitio y los cuerpos sólo fueron abandonados a un lado de la carretera.

De acuerdo a las características correspondían a las personas reportadas como desaparecidas Óscar Marroquín y Gerardo Rafael Ayala, quienes el jueves 4 se fueron en busca de trabajo como operadores del transporte de carga a la carretera Monterrey-Saltillo.

A la altura del entronque a Nuevo Laredo les iban hacer entrega de los vehículos que conducirían, pero ya no se supo de ellos; sus teléfonos celulares no funcionaron y estaban fuera de servicio.

Nelda denunció además que semanas antes de su muerte, Gerardo Rafael fue privado de la libertad por elementos Fuerza Coahuila que lo acusaron de narcomenudeo, le dieron una golpiza que lo dejó internado en el Hospital General.

El afectado denunció a este medio informativo la salvaje tortura a la que fue sometido, pero tal parece que no hubo avance a su favor, pero presuntamente sí recibió una serie de amenazas por parte de los policías de reacción por haber hecho pública la situación.

ENTÉRESE
> Una de las víctimas ya fue identificada por su madre, se trata de Gerardo Rafael Ayala Martínez, de 23 años.
> Ayala Martínez salió hace una semana a buscar trabajo en NL como trailero junto con su amigo Óscar Marroquín.
> Los cuerpos hallados el sábado presentaban huellas de tortura y avanzada descomposición.