Coahuila, un estado desarticulado y manipulable

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Coahuila, un estado desarticulado y manipulable

Hace algunos años, le pregunte al que fuera Procurador del Medio Ambiente de México, cuál era su visión de Coahuila desde ese alto cargo, y me contestó que existían dos estados que podrían desaparecer en cualquier momento y nadie lo notaría: Coahuila y Colima. No hay nada que los identifique, como en los demás estados. Sin embargo, con el paso de los años, Coahuila ha sido puesto en el mapa debido a las andanzas de los Moreira.

La desarticulación territorial y el débil sistema urbano del estado de Coahuila tienen una profunda raíz histórica, caracterizada por una marcada separación en la que han intervenido históricamente tanto aspectos biofísicos, como socioeconómicos, políticos y culturales. Los actores políticos y económicos; locales, regionales, nacionales y multinacionales, han definido las formas en que ha tenido lugar la introducción de las diversas innovaciones y desarrollo, para cada una de las cinco regiones en que se divide el territorio estatal.

Pocos coahuilenses están conscientes de la complejidad de nuestro estado y de que es la tercera entidad más grande del país, con una extensión de 151 mil 562 km². De hecho, cuatro municipios se encuentran entre los veinte de mayor tamaño en México. Ocampo es el más grande y tercero a nivel nacional, con más de 26 mil km², y Allende el menos extenso, con un área de 251.55 km². Casi la mitad de los municipios no rebasa los 20 mil habitantes; Abasolo el menos poblado- cuenta con mil 070 habitantes. Los municipios más poblados son: Saltillo -la capital- con más de 800 mil habitantes, Torreón y Monclova.

La configuración del territorio semeja un rectángulo de 500 x 300 km. siendo más extenso que cualquiera de los países de Centro América; es más grande que Dinamarca, Holanda y Bélgica. Israel, con una extensión de 22,070 km2, (casi como Ocampo) tiene una población de casi 9 millones de personas y cabría 6.88 veces en el estado de Coahuila.

Según el historiador Mauricio Swadwsh, a principio del siglo XVII había cinco grupos de pobladores: Los Tobosos al centro noroeste; los Coahuiltecos al centro noreste; los Irritilas al sur; al suroeste los Laguneros y al sureste los Huachichiles. Estos grupos incluían 148 subtribus.

Quizá a eso se deba la diferencia en idiosincrasias propias de cada una de las regiones y dentro de ellas mismas. Por ejemplo, en la región sureste en los municipios de: Arteaga, General Cepeda, Parras de la Fuente, Ramos Arizpe y Saltillo, los habitantes se sienten diferentes al resto del estado, quizá por el clima benigno, vegetación entre bosque y desierto. Igualmente, entre Ramos Arizpe y Arteaga -que son municipios colindantes-, la forma de vivir, pensar y trabajar es muy diferente.

En Arteaga, con población de montaña, los habitantes son dados a la vida relajada, analítica y reflexiva con motivaciones políticas. Por otro lado, en Ramos Arizpe los habitantes son trabajadores, emprendedores, tradicionales y hacendosos. Ambas poblaciones son diferentes a los saltillenses, que se sienten capitalinos y ven por encima del hombro al resto de los coahuilenses. Los habitantes de Parras y General Cepeda son pacíficos y tradicionales, pero cada grupo defiende sus propias costumbres, cultura, gastronomía y música. Y así de esa manera existen cada uno de los municipios con sus propias costumbres y tradiciones.

Llama la atención la gran ignorancia que existe entre la población de las diferentes regiones de Coahuila con respecto a las demás. ¿Quién de los que está leyendo esta columna sabe dónde quedan Progreso, Nava, Viesca, Juárez, Nadadores o Escobedo?

Las grandes distancias entre comunidades por ejemplo de Torreón a Ciudad Acuña son 669 kilómetros, o más de 7 horas en auto; de Saltillo a Torreón 252 kms; de Saltillo a Monclova 198 kms. Es muy posible que esta distribución de la población ha propiciado que no exista una sociedad aglutinada y orgullosa de ser coahuilense, lo que ha influido para ser presa fácil y manipulable por el partido hegemónico: el PRI.

La existencia de un tren rápido de Torreón a Piedras Negras, pasando por Saltillo, Monclova y Sabinas resultaría de gran beneficio para la integración del Estado. Esto nos acercaría más a todos los coahuilenses.

rodolfogarzag630@gmail.com