Coahuila: recuento electoral

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Coahuila: recuento electoral


¿Quiénes ganan o pierden, este 6 de junio pasado, en Coahuila?

Gana, de manera indiscutible, el gobernador Miguel Riquelme para afirmar, una vez más, el poder estatal en su puño.

Fiel a su destino, Riquelme ha sorteado con inteligencia las adversidades de un entorno nacional complejo, para gestar una sólida administración estatal con una alta rentabilidad electoral.

Hoy, su esfuerzo sistemático y disciplinado, rinde los frutos esperados: retener Saltillo y recuperar Torreón -los dos bastiones electorales más importantes del estado- le permiten diseñar su sucesión gubernamental con amplio margen de maniobra.

Pues flexibiliza su dependencia del grupo Saltillo, para afirmar su fortaleza con su grupo político torreonense.
Por eso, Miguel despliega con tranquilidad sus barajas con los rostros de Jericó Abramo, Manolo Jiménez y Eduardo Olmos (escritos por apellido, en estricto orden alfabético).

Riquelme escogerá la baraja de su sucesor, de acuerdo a 3 criterios: lealtad política, rentabilidad electoral y responsabilidad ética para proteger su legado de los posibles embates de la 4T. Abramo, Jiménez y Olmos cumplen con esas cualidades, pero el factor decisivo será la evaluación que realizará el mismo Miguel de su comportamiento y la evolución del entorno político.

Con Riquelme gana el PRI, pero no es una victoria sólida; mucho menos reciclable, para la revocación de mandato en 2022 o la elección de gubernatura en 2023.

Mientras el PRI obtiene 543 mil 545 votos; Morena logra 401 mil 497 más 69 mil 179 de sus satélites PT, RSP, FxM y PES para totalizar 470 mil 676 votos.

La diferencia original entre PRI y Morena de 142 mil 048 votos, disminuye con los votos de los aliados morenistas para quedar en 72 mil 869 votos.

De esta manera, Morena acumula fuerza electoral para ganar la revocación de mandato (2022) y la gubernatura (2023).

Sí los votos priistas son mezcolanza de votos útiles -mayormente panistas- y de la estructura tricolor; ¿qué debe hacer el PRI para fortalecerse en esas próximas batallas?

Con su disciplina y prudencia, el gobernador Miguel Riquelme debe reforzar su liderazgo en 3 dimensiones paralelas: en la Alianza Federalista, para impulsar el nuevo Pacto Fiscal pero sin caer en la balcanización de México. En su partido, para evitar la capitulación oportunista de su cúpula ante AMLO; y en Coahuila, para reforzar los indicadores en empleo, inversión, seguridad pública y gobernabilidad política.

¿Qué harían los alcaldes electos en Saltillo, Torreón, Ramos Arizpe y Piedras Negras para cimentar electoralmente el trabajo de Riquelme? ¿Cómo sumarían el voto útil panista de clase media y alta para 2022 y 2023?

Tiempo no tienen; toman posesión la 1ª semana de diciembre de 2021, cuando en marzo 2022 será la revocación de mandato que definirá la permanencia de AMLO en el poder. Por ello, en los 3 meses previos a marzo sentarían las bases de un gobierno que ponga al ciudadano como protagonista permanente de la gestión gubernamental.

4 son las tareas: Elaborar una amplia y profunda consulta pública para diseñar el plan municipal. Utilizar el presupuesto participativo -o ciudadanizado- para fijar las prioridades de dicho plan. Integrar comités ciudadanos -capacitados e incluyentes- para transparentar y rendir cuentas en áreas vertebrales; seguridad pública, obras públicas, desarrollo urbano, etcétera. Y armar una estructura ciudadana en las colonias de clase media y alta.

Sí estos 4 alcaldes electos optan por la simulación, perderán el voto útil panista y, con éste, la revocación de mandato en 2022 y la gubernatura en 2023. Porque ellos lo saben, con la pura estructura tricolor no ganan.

Eviten -por su bien y el de Coahuila- hacerle al “Juan Camaney” y sigan el ejemplo de su jefe político Miguel Riquelme, para que extraigan de su trabajo la rentabilidad política máxima. Y con ello, crezcan las posibilidades de derrotar a Morena en 2022 y 2023.

LUIS GARCÍA ABUSAÍD
PANÓPTICO