Coahuila Opina: la farsa
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Coahuila Opina: la farsa
El pasado 14 de marzo la Secretaría de Inclusión y Desarrollo Social contrató mediante licitación pública una encuesta “para mapear y atender los diferentes rezagos sociales” en el Estado, denominada “Coahuila Opina”, por la cual pagó 12 millones 696 mil 200 pesos.
Ese mismo día, sin embargo, un medio de comunicación local publicó una nota titulada: “Avanza sondeo sobre la pobreza”, donde Inocencio Aguirre Willars, titular de la citada dependencia, declaró que “hasta la semana pasada”, es decir del 5 al 10 de marzo, “se llevaba 47 por ciento de avance en la aplicación de la encuesta”.
Dicho en otras palabras: mientras el secretario afirmaba que ya llevaban casi la mitad del trabajo, ni siquiera habían adjudicado el servicio a un proveedor, como consta en el documento CE-905002984-E17-2018. Curioso.
El asunto revela dos cosas: o se trata de una simulación de contratos, o un desvío de recursos públicos en el Gobierno estatal.
Me explico. La empresa contratada: “Sistemas y Software del Noreste S.A. de C.V.”, es una persona moral dada de alta en Hacienda recientemente (abril de 2017) con domicilio en Santa Catarina, Nuevo León, bajo el giro de “servicios de consultoría en computación”.
Dicha sociedad, no obstante, fue inscrita en el padrón de proveedores de García, municipio de Nuevo León, con un domicilio en Monterrey. Y en esa misma dirección, rueda rodando, se ubica la firma “ADENTCOM, S.A. de C.V.” que se dedica al levantamiento de encuestas electorales, “campañas a la medida” y “envío masivo de mensajes de texto (SMS)”.
El esquema, justo es decirlo, hace recordar la trama de las empresas fantasmas. Fachada.
Según las bases de la convocatoria, el objetivo de “Coahuila Opina” fue la recolección, clasificación, conservación, administración y análisis de información en un plazo de 30 días, encuestando a una cantidad que ronda entre 450 mil y 550 mil coahuilenses.
Para ello habrían de contratar a 950 encuestadores, uniformados, acreditados, y con tablet en la mano, quienes obtendrían las características sociodemográficas de la población y viviendas. Entre 99 mil 816 y 121 mil 992 encuestas deberían realizar en Saltillo, y entre 107 mil 205 y 131 mil 029 en Torreón. Con 132 reactivos de opción múltiple y 14 preguntas abiertas.
Nada distinto a los levantamientos que hacen Coneval e Inegi. Con sólo ingresar a la base de datos de ambas plataformas, se obtienen las respuestas a los presuntos cuestionamientos que serían realizados: “cuántas y cuáles viviendas están en rezago social”, “los materiales de construcción”, “servicios de luz, agua y drenaje, entre otros”, “educación de las familias”, “a qué se dedican e ingresos”, “servicios y necesidades de salud”.
A propósito de la tarjeta “Fuerza Rosa”, el gobernador Miguel Riquelme afirmó que la elección de potenciales beneficiarias se realizaría tomando como base la encuesta “Coahuila Opina”.
En realidad, sin embargo, se simuló hacer una encuesta, sin metodología ni estudio socioeconómico, entre los beneficiarios de programas sociales del Gobierno del Estado.
Un supuesto encuestador se hizo acompañar de la gestora social en el seccional que a ésta corresponde. No se hizo otra cosa que pasar lista por los hogares de los afiliados al PRI; su estructura, pues.
CORTITA Y AL PIE
El 5 de octubre de 2017 “Sistemas y Software del Noreste S.A. de C.V.”, el prestador de servicios que ganó la licitación, vendió cámaras de seguridad al Ayuntamiento de García, gobernado por César Valdés, alcalde independiente y excolaborador de “El Bronco”, por 90 mil 979 pesos.
De ahí, su único antecedente en el sector público, pasó a cobrar 12 millones 696 mil 200 pesos por una “encuesta”. ¿No le resulta por lo menos extraño?
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
Ahora bien, si en los días de veda (28, 29 y 30 de junio) y en la jornada electoral (1 de julio) le llegan mensajes de texto SMS a su celular, invitándolo a votar por algún candidato del PRI en Coahuila, la ecuación habrá sido completada. Y todo por la módica cifra de 12.6 millones de pesos con fondos de origen y aplicación estatal (sujetos a laxas auditorías, cabe señalar). Una raya más al tigre.
Por lo demás, la lección es evidente: si Coahuila no opina, mucho menos decide.
@luiscarlosplata