Coahuila: la de los saqueos

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Coahuila: la de los saqueos

La cuenta de los saqueos impunes y agravios a los coahuilenses es millonaria y sale a la luz por la torpeza en que fue cometido el atraco.

Así, sin necesidad de lavarme la boca como sugiere Lady Lengua –ya que yo escribo–, se denuncian las impunes trapacerías cometidas en contra del patrimonio coahuilense y magisterial por parte de la mafia de la “M” de Moreira y sus secuaces, que aún son muchos y muy variados.

1. El saqueo al fondo de pensiones de la Sección 38. Planeada por Carlitos Moreira y ejecutada por éste y los dos subsecuentes secretarios generales, los tesoros del fondo de pensiones fueron utilizados en parte para la promoción de la campaña de Rubén “N” a la gubernatura y posteriormente para proyectos “personales”, como la compra de residencias, ranchos, resorts vacacionales, viajes y viejas, al más puro estilo gansteril, de los que nada tenían, sólo las ganas de tener, y cuando vieron la oportunidad apañaron a manos llenas.

El atraco suma más de 14 mil millones de pesos que durante nueve años fueron saliendo del fondo sin darse cuenta de que a la larga no sería posible cubrir el asalto, y para ello fueron a pedir apoyo a la reciente administración de Riquelme, el gerente en turno del negocio familiar Moreira and Bros.

Sin embargo, estos angelitos idearon una fórmula para tapar sus fechorías, y esta es la de formar una sociedad mutualista que cubra a través de seguros de gastos médicos, obviamente pagados por los mentores que se dejen, las pensiones y los servicios médicos a los que, por ley, tienen derecho los profesores.

Lo anterior, con tal mal tino que los delegados encargados de este nuevo atraco están desistiendo de la acción, debido a la pléyade de insultos que reciben de la base trabajadora y los maestros jubilados que valientemente defienden sus derechos.

Hoy se sabe de cierto que para ahorrar pensiones se están pagando con tabuladores más bajos las nuevas pensiones de noviembre de 2020 a la fecha, alegando que solamente se debe pagar el salario base y no con el último sueldo que tuvieron los mentores, lo que ha generado cientos de juicios laborales ante el tribunalito.

En el índice de inmunidad, tan de moda, la vacuna AstraZeneca tiene el 90 por ciento, Pfizer 94 por ciento, Humberto Moreira en 102 por ciento, Carlitos “N” el 118 por ciento y Rubén “N” el 215 por ciento. ¡Haya cosa!

2. El saqueo al Municipio de Saltillo. Ya de despedida, el príncipe Manolo, al ver perdida su candidatura a la reelección y por ende frustrada su carrera hacia la gubernatura, endilgó al patrimonio de los saltillenses 98 millones de pesos en gastos de publicidad durante 2021, lo anterior para que sigan pregonando que somos la ciudad número 10 de Latinoamérica y que tenemos el alcalde más codiciado y con más fans, bueno hasta próximo puerto marítimo y de encallado.

Sin embargo, las periferias de la ciudad lucen desoladas y llenas de maleantes, claro, menos peligrosos que la mafia política, pero que siembran el terror en los cinturones de miseria que padece Saltillo.

Sin claridad en el manejo de las cuentas, el círculo es perfecto. Los saltillenses son obedientes y aportan sin solicitar la rendición del destino de su dinero.

En el rubro de contribuciones, en voz de su boca sin lavar, el municipio en 2020 tuvo un ingreso en contribuciones superior en casi un 12 por ciento en comparación con el año anterior, y este año siguen corriendo.

3. El saqueo de la Gerencia del Estado, esta estafa hecha a los ciudadanos que se ven en la necesidad de renovar sus derechos vehiculares año con año y a quienes, además de cobrarles el correspondiente e ilegal derecho, se les impone un nuevo impuesto que no consta en ninguna ley o reglamento con la etiqueta de aportación a la educación, que en promedio va de los 250 hasta los 400 pesos por vehículo, multiplicados en promedio por el número de autos registrados, según el Inegi de 970 mil 099 (2019), nos lleva al atraco de 315 millones de pesos, de los cuales no se rinde ninguna cuenta ni destino.

De ese tamaño y más son los saqueos en esta tierra. Queda una enseñanza de esta pandemia: “Yo pensé que los pobres saldrían a asaltar y a robar los mercados por hambre, pero fueron los políticos quienes salieron a robar al pueblo”. ¡Haya cosa!