Usted está aquí

Coahuila fuerte

Somos los ciudadanos quienes hacemos fuerte a nuestro estado y por ende a los diferentes municipios que conforman México. La participación de la sociedad civil en el diseño de políticas públicas, así como en la vigilancia de las acciones de gobierno cada vez es más importante, sólo así el discurso de la gobernanza se puede hacer realidad y no quedarse en una mera teoría política.

En este escenario es prioritario que la sociedad en conjunto con las autoridades, de todos los niveles trabaje de manera coordinada para crear mejores condiciones de vida. Por eso el llamado que hizo el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, en su toma de protesta no es menor ni puedo ignorarse.

Los tiempos de efervescencia electoral ya son cosa de pasado, no puede seguirse apostando a la desunión y a la polarización. Vivimos las elecciones más competidas en la historia de Coahuila, pero también las más violentas. Violencia de lenguaje y de género fueron acciones cotidianas desde los tiempos de precampaña hasta la resolución del Tribunal Federal Electoral.

Las redes sociales se convirtieron en un ring donde el discurso de odio, promovido principalmente por los perdedores de la contienda electoral, generó una polarización donde las posturas eran “bueno” y “malos” y no había espacio para el diálogo mucho menos para coincidir. 

Del mensaje de Miguel Riquelme en Villa Ferré destaco el reconocimiento de la falta de credibilidad en la clase política. El hoy gobernador atribuyó este hecho a que los políticos en campaña prometen muchas acciones difíciles de realizar y por ende al incumplir los ciudadanos creen menos en las autoridades. Consciente de esta realidad, Miguel Riquelme dijo: “pongo mi palabra por delante de que a lo que me comprometí, lo voy a cumplir”.

Ahora corresponde a los ciudadanos vigilar y exigir que las promesas de campaña se hagan realidad. Por desgracia, también los ciudadanos debemos hacer un ejercicio de autocrítica, muchas veces creemos que el exigir y el vigilar se limita a los tiempos de campaña cuando en realidad es un trabajo diario.

También es cierto que la crítica debe ser fundamentada y llevar una propuesta. La descalificación como “ejercicio deportivo” no nos aporta nada como sociedad. La polarización no genera beneficios y, por el contrario, sólo es retroceso.

Inicia una nueva etapa para Coahuila, Miguel Riquelme, como dijo, está obligado a cumplir con sus promesas, donde sobresale el compromiso de no crear nuevos impuestos, de hacer más con menos y de apostar a una mayor transparencia sobre el uso de los recursos públicos.

Mención aparte merece el compromiso en el tema de seguridad. Coahuila no puede regresar a los tiempos de violencia que trastocaron nuestra vida siete años atrás. Para mantener esta tranquilidad será de gran importancia el trabajo coordinado con los diferentes alcaldes para diseñar estrategias conjuntas. Muchas veces son los presidentes municipales quienes se niegan a la coordinación, en diferentes tiempos de historia Coahuila ha sido testigo de esto.

Al momento de escribir estas líneas aún desconozco los nombres de las personas que ocuparán las diferentes secretarías pero, al igual que el Gobernador, deben de empeñar su palabra en cumplir a cabalidad sus funciones por el bien de Coahuila.

Los ciudadanos somos quienes hacemos fuerte el estado y no merecemos ser secuestrados por los intereses partidistas o particulares de algún funcionario. Inicia un nuevo sexenio y la apuesta debe ser que haya mayor desarrollo y que, por ende, mejore la economía de las familias de este estado.

Tiene razón cuando Miguel Riquelme dice que Coahuila es fuerte y es más que los intereses de los partidos políticos porque somos los ciudadanos quienes hacemos fuerte a nuestro estado por lo que es trabajo de todos, desde nuestras diferentes trincheras, que estos seis años sean de mayor progreso y crecimiento.