En los tiempos de la “revolución institucionalizada” la regla era simple: los gobernadores, diputados federales y senadores eran del presidente; los diputados locales de los gobernadores y los alcaldes del pueblo. Si esta simple regla se rompía surgían los problemas para el entonces invencible, siendo el punto más sensible la forma de organización municipal de nuestro País.

La dinámica cambió dentro del mismo sistema político impuesto por el partido único y la necesidad de ir liberando al México bronco –que describió el maestro Reyes Heroles–, surgiendo los diputados de partido, luego los de representación proporcional (o de mentiritas, dijo aquel) y el reconocimiento de triunfo en las primeras alcaldías como la de Chihuahua o de gubernaturas como la de Baja California.

A fin de cuentas esta dinámica tuvo su detenimiento en Coahuila durante los tres últimos sexenios, incluyendo esta administración de negocios, rompiéndose reglas precisas e incluyéndose otras chapuceras, amén de un Instituto Electoral a modo, y ni así se han logrado imposiciones caóticas que han traído derrotas desastrosas para el PRI o la necesidad de negociación de posiciones, como fue la de 2017 que cambió la alcaldía de Torreón por Saltillo a fin de que el príncipe Manolo repitiera.

Hoy el ambiente electoral en Coahuila está viciado de origen y está tomando su verdadero cauce, afortunadamente, en las elecciones a presidentes municipales, regresando a la forma del pueblo elector. Y vamos por partes.

Aun cuando existe una evidente persecución a los candidatos por Morena en Torreón y Acuña por parte del exdictador y sus lacayos, las fórmulas de sustitución resultaron potencializadas, ¡haya cosa!

Pero vamos por partes: en Monclova a pesar de los esfuerzos y alianzas del PRI con el movimiento obrero, su candidata está siendo opacada por el Dr. Dávila del PAN, sobre todo por el papel del anterior alcalde y la imagen de popularidad de su candidato. En el caso de la candidata, el lastre de sus promotores y la mala fama de estos han perjudicado todas sus acciones y terminaron hundiendo su campaña, muy costosa, por cierto.

Piedras Negras : en esa ciudad lo que queda de la nomenclatura petenegrina designó a la hija de uno de sus miembros como candidata y en un principio parecía una causa perdida derivada de la imagen “fifí” e impopular de ésta, sin embargo, el arropase de la CTM local va ganando terreno a un Claudio Bres que se sentó en sus laureles y está confiado en que la gente votará por él por su ejercicio como alcalde, en el que si bien es cierto ha invertido en obras prioritarias se han tomado decisiones que afectan el ánimo de la ciudadanía en los acostumbrados arranques que luego tiene, en esa proclividad al orden y al capricho. Según las últimas encuestas, está previsto un empate técnico y con posibilidades de que Morena y Bres pierdan la plaza.

Acuña: aquí la candidata del PRI tiene negros antecedentes de cuando fue diputada del centro de alabanza en los momentos de tragedia del pueblo y el oscuro manejo de los víveres que fueron donados y que terminaron siendo un jugoso negocio. Como era necesario protegerla, se dieron instrucciones para bajar de la candidatura a Emilio de Hoyos de Morena, siendo sustituido por su padre el Dr. De Hoyos, quien es todo un personaje en la ciudad y goza de un carisma y popularidad que fácilmente derrotará a la candidata del dictador Rubén “N”. Quisieron matar víbora en viernes estos sátrapas, y miren lo que sucedió.

Torreón: la misma fórmula se la quisieron aplicar al muchacho Salazar y lo bajaron de la candidatura de Morena siendo sustituido por su padre del mismo nombre, sin embargo, ante el bajo perfil del candidato del PRI, ni siquiera esa triquiñuela le ha abonado a su candidatura, por lo que los negociadores del partido ya están hablando de la catafixia de Saltillo por Torreón, ahora a la visconversa del 2017, y hay evidencias de esta.

Saltillo: hay una batalla entre el “rudo” y el “cursi”, entre el “popular” y el “cáeme bien”, desesperado se ve el PRI por presentar a un candidato que arrastre gente, siendo que se deben atener a su movimiento territorial ya que el candidato no atrae más que a sus familiares. Guadiana tiene camino recorrido en las colonias desde su candidatura de 2017 y su campaña que lo llevó al senado en 2018, aun cuando Saltillo sea una ciudad más tradicional y bipartidista. Sin embargo, los vientos de la negociación son tendientes de sacrificar al “cursi” para conservar Torreón. En fin.

El panorama tiene pronóstico reservado en varias ciudades como Frontera, Múzquiz, Matamoros, Parras, Villa Unión, Zaragoza y Nava, lo cierto es que las alegorías y presunciones del carro completo ya no se escuchan. Al tiempo.