Coahuila ante la crisis mundial

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Coahuila ante la crisis mundial

El severo proceso estructural que estamos presenciando a nivel mundial por la pandemia ocasionó por el virus SARS-CoV-2 que está cambiando la normalidad internacional en todos los ámbitos públicos y privados donde precipitó la crisis económica mundial, Coahuila no se queda ausente.

Coahuila es parte de la integración de la cadena global de valor del sector productivo automotriz y del acero, con fuertes exportación en el sector primario y secundario en el ámbito alimenticio y textil, en la zona de la Comarca Lagunera y cuenta con un grado de importancia la extracción de carbón y gas para la generación de energía eléctrica en la región carbonífera del estado dentro de la cuenca sabina, también en menor escala la extracción de crudo en el centro y norte del estado por la faja balcones que proviene de Texas.

El ritmo de crecimiento del estado dentro de la integración nacional y mundial estaba en contracción desde el último trimestre de 2009.

La disminución del retorno de la reproducción de capital era cada vez más lenta, desde el año 2010 en medio de la recesión mundial originada por la crisis financiera de 2009, el ritmo de la tasa de crecimiento de la económica del estado de Coahuila cada vez era menor de su periodo anterior, con un ritmo promedio de crecimiento de 1.8% mayor a la media nacional y mundial.

Según datos del Inegi la variación porcentual (tasa de crecimiento) del PIB real en Coahuila en 2010 era de 16.2% y en 2018 era de 1.3%, con un decrecimiento de 26.8% con respecto a 2010, mostrando una tendencia claramente descendente.

Coahuila representa en 2018 el 3.5% del PIB nacional, sin embargo, para entender su integración nacional debemos desclasificar por sectores económicos representativos de la entidad como es el ámbito automotriz que es el sector con mayor participación económica en el estado representa el 20% del PIB de Coahuila y 0.7% a nivel nacional en 2018, refleja una supeditación de la economía del estado a esta actividad económica sectorial.

El sector automotriz nacional y, por lo tanto, el coahuilense tiene una fuerte correlación de integración de dependencia económica con la frontera sur de EU del 90% por ser sector satélite de la cadena global de valor de la metrópoli industrial automotriz estadounidense como valor agregado final o intermedio.

Las contradicciones que sucedan dentro de la cadena impactan en a la economía de Coahuila por ser la única actividad sólida del estado como está sucediendo actualmente.

La producción automotriz nacional muestra un estancamiento recesivo con una tendencia cíclica negativa del sector automotriz donde en 2017 la producción era 4 millones 86 mil 57 unidades y en 2019 era de 3 millones 948 mil 941 unidades con un desplome del 3.3% con respecto al periodo anterior. En el mes de abril se produjo una contracción de la producción automotriz del 98.7%, con una caída de las exportaciones del 90% y un hundimiento de la comercialización en 64%, siendo el registro más bajo desde que se tiene precedentes ocasionado por las medidas sanitarias para combatir la pandemia. Sin embargo, este efecto se manifestaba desde antes que se tuviese conocimiento de la existencia del nuevo coronavirus, donde se presentaba un ritmo de producción menor en cada periodo, con un retorno de capital cada vez más lento, mermando la reproducción de capital. Solo la pandemia estimuló las consecuencias del comportamiento cíclicas de tendencia negativa del sector automotriz.

Dicho lo anterior, se puede explicar por la reducción del ingreso familiar mensual a nivel nacional de 4.1% de 2016 a 2018 (Enigh- Inegi), este fenómeno se interpreta porque tendencialmente las empresas reducción de costos en el proceso productivo para tener mayor grado de productividad y de ese modo, reducir en costo en fuerza de trabajo, por lo tanto, menor demanda para el consumo de bienes inmediatos, intermedios y duraderos.

Esto es acorde a la lógica inmanente del comportamiento cíclico del sistema económico capitalista que por su naturaleza y organización tiene una propensión a la crisis por la antagonía de las fuerzas productivas que se encasillan en la relación socioeconómica de toda la órbita económica rompiendo su frontera afectando los vínculos del ámbito político y social.

Cabe señalar, que la contracción del indicador de actividad económica por entidad federativa en el primer trimestre del año para el estado de Coahuila fue de 1.3% y del sector secundario (donde se encuentra la producción automotriz) de -3.6%, siendo el inicio de una recesión en el estado junto con la nación que correlaciona los impacto de la crisis mundial que todavía no existe magnitud y proyección que su consecuencias que será 5 veces mayor el impacto al estado que la crisis de 2009.

La reciente declaración del gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, junto con los gobernadores del noreste y de otras partes del país, sobre la situación distributiva del presupuesto fiscal de la federación; donde solicita al gobierno federal un nuevo pacto fiscal en la que se le otorgue la misma proporción de su contribución a la economía nacional que su asignación al presupuesto que se elaborar con la recaudación fiscal (impuestos federales), es decir, que si contribuye 3.5%, a la economía nacional, buscará recibir proporcionalmente 3.5% del presupuesto fiscal; aunque no se la misma cantidad de recurso por ser distintos parámetros (PIB y el presupuesto).

Por lo contrario, esta demanda del gobernador legítima, pero aventurada puede ser en el corto plaza favorable, sin embargo, en el mediano plazo desastrosa, porque la proporción que le tocaría a un estado que no contribuye mucho al PIB nacional, no tendrá un presupuesto razonable para generar inversión pública y generación de empleos, impactando la economía coahuilense por alto grado de dependencia al sector automotriz que se subordina de la venta final de la mercancía. En definitiva, se reduciría la demanda de esta mercancía duradera y retrasaría la cadena global de valor del sector (a nivel nacional y mundial).

 En consecuencia, no es una discusión meramente técnica distributiva y de asignación, más bien es política.