No puede menos que saludarse la decisión, adoptada por el IEC, de suspender el proceso de creación de nuevos partidos estatales

El Consejo General del Instituto Electoral de Coahuila rechazó ayer la pretensión de 14 organizaciones de ciudadanos que buscaban el aval de dicha autoridad para iniciar los trabajos tendientes a constituirse como partido político en la entidad.

Como se recordará, el pasado mes de enero se registró un auténtico “alud” de solicitudes de este tipo dado que, quienes impulsan la creación de nuevos partidos, presumiblemete se habrían visto “alentados” para iniciar dicho trámite debido al bajísimo umbral que les estableció como requisito inicial para arrancar el proceso de constitutión en partido: contar con el respaldo de al menos el 0.26 por ciento de los ciudadanos empadronados.

Tal “avalancha” de agrupaciones que buscarían convertirse en nuevos partidos con registro estatal se dio en el marco de la pérdida de registro de cinco de los seis partidos locales con los cuales contaba la entidad. La pérdida de sus registros, como se ha informado con oportunidad, derivó del hecho de no haber alcanzado al menos el tres por ciento de la votación estatal durante el pasado proceso electoral.

Adicionalmente, como se ha dicho en repetidas ocasiones, los otrora partidos estatales desaparecieron en forma “conveniente” para sus dirigentes y militantes, pues ello le permitió evadir el pago de las millonarias multas a las cuales se hicieron acreedores debido a incumplimientos en el proceso de fiscalización de sus recursos, o a diversas violaciones legales que incluyeron el desvío del dinero que recibieron para el sostenimiento de sus actividades.

Pese a ello, los principales dirigentes de los extintos partidos Socialdemócrata Independiente, Joven, de la Revolución Coahuilense y Primero Coahuila habrían acudido al proceso de registro de nuevos partidos —abierto este año— e intentado obtener una nueva “patente” para acceder a recursos públicos.

En tal contexto, no puede menos que saludarse la decisión, adoptada ayer por el IEC, de suspender el proceso de creación de nuevos partidos estatales debido al incumplimiento de requisitos esenciales o la comisión de faltas graves por parte de quienes buscaban su registro como tales.

Es relevante destacara en este sentido que, de acuerdo con la información difundida por la autoridad electoral, las agrupaciones ciudadanas que buscaban el aval para emprender la integración de un partido habrían incurrido exactamente en las mismas prácticas del pasado: no entregar toda la información necesaria a la autoridad, o pretender burlar la ley.

Hará falta esperar aún para saber si efectivamente Coahuila no contará con nuevos partidos estatales, pues la decisión adptada por el Consejo General del órgano electoral puede ser aún sometida a controversia ante los tribunales electorales.

Cabría esperar en este sentido, que la negativa del IEC se encuentre basada en argumentos jurídicos sólidos que impidan la reversión de su decisión por parte de las autoridades jurisdiccionales, pues de otra forma podríamos volver a la realidad de “sobrepoblación partidista” que hemos vivido en la entidad en los últimos años.