La noche del pasado viernes, justo cuando la Taberna del Cerdo de Babel celebraba su aniversario número 15, inspectores de Desarrollo Urbano ingresaron al establecimiento y clausuraron por presuntamente detectar al menos dos menores de edad consumiendo bebidas alcohólicas.

Según narró Sergio Castillo, propietario del bar, el procedimiento de clausura tuvo un sin fin de irregularidades pues los trabajadores municipales, pertenecientes a Desarrollo Urbano, se hicieron pasar por inspectores de alcoholes, por lo que aseguró que interpondrá una queja mañana por usurpación de funciones.

“Nunca en 15 años había pasado… cuando sucede algo así las menores se tienen que consignar, y no hicieron ni ese procedimiento. No consignaron a nadie, anotaron el nombre de una de las muchachas, en este momento no hay pruebas que demuestren que eran menores de edad ni que estaban consumiendo alcohol”.

Fuentes del Municipio dijeron a VANGUARDIA que la operación del bar fue suspendida producto de un operativo de la Sub Dirección de alcoholes en el Centro Histórico de la Ciudad, durante el cual se habrían identificado menores de edad consumiendo bebidas alcohólicas adquiridas en dicho establecimiento.

Precisaron, sin embargo, que solamente se procedió a la suspensión de actividades del lugar, pero que ello no implica una clausura ni el retiro de la licencia para operar.

Las fuentes consultadas afirmaron que el gobierno municipal “niega categóricamente cualquier acoso o persecución en contra de cualquier persona” y que el operativo que implicó la suspensión de actividades del Cerdo de Babel derivó de la aplicación del ordenamiento que regula la operación de este tipo de establecimientos.