Clasista y racista, el asesinato de dos albañiles en Monterrey

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Clasista y racista, el asesinato de dos albañiles en Monterrey

Los jóvenes trabajadores de la construcción llegaron al estado en busca de mejores oportunidades y en vez de eso se encontraron con el uso de la fuerza policiaca y la muerte. Foto: Vanguardia/Aracely Chantaka
Los jóvenes trabajadores de la construcción llegaron al estado en busca de mejores oportunidades y en vez de eso se encontraron con el uso de la fuerza policiaca y la muerte

Ante el asesinato de dos jóvenes albañiles, presuntamente, a manos de elementos de Fuerza Civil, representantes de organismos civiles alzaron la voz y afirmaron que se trata de un crimen clasista y racista.

Los organismos hicieron un pronunciamiento sobre los sucesos registrados el pasado 26 de septiembre en una quinta, ubicada al sur de Monterrey.

De acuerdo con la información que trascendió, las víctimas identificadas como Gregorio Santiago Margarito y Claudio Francisco Martínez se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas en el inmueble que estaba bajo su cuidado.

Sin embargo, por el lugar pasaron los uniformados en su patrulla y tras negarse los jóvenes a una revisión los agredieron con sus armas de fuego.

“Dijeron sentirse amenazados con gente que estaba totalmente desarmadas”, denunció Carmen Farías, de Zihuame Mochila.

La activista subrayó que hubo un proceso discriminatorio y un uso excesivo de la fuerza en contra de los albañiles que tenía apenas dos semanas de haber llegado a Monterrey, originarios de la Huasteca Potosina.

En los sucesos también resultaron heridos dos hermanos de Gregorio, quienes hasta el momento permanecen hospitalizados por la gravedad de sus lesiones.

 

“Vemos con pena que las autoridades justifiquen estos lamentables hechos”, subrayó Farías.

Indicó que independientemente de si se hubiera tratado de una “riña de borrachos” ,como aseguran, la sanción es por una falta administrativa y no se arregla con balazos por la espalda.

“Tendrían una sanción de 36 horas”, aseguró.

Según los activistas, los jóvenes trabajadores de la construcción llegaron al estado en busca de mejores oportunidades y en vez de eso se encontraron con el uso de la fuerza policiaca y la muerte.

“Existen los protocolos no para matar gente por la espalda”, sostuvo Farías.

Los inconformes pidieron que se sancione a los responsables de tan lamentables sucesos.