En Saltillo claman por ayuda familias afectadas por incendio que consumió sus tejabanes

Lo poco que tenían quedó convertido en cenizas, luego del incendio que consumió más de 10 tejabanes en Morelos Quinto Sector
Fotos: Vanguardia/Marco Medina/Daniel Revilla

Lo poco que pudieron obtener y construir con su esfuerzo a través de los años, quedó en cenizas.

El día de ayer, las cinco familias a las que el fuego les consumió los tejabanes donde habitaban en la colonia Morelos, buscaban entre los escombros algo que pudieran rescatar.

El escenario es desolador, el piso aún caliente y ahí, convertidos en nada los humildes muebles de los vecinos, completamente deshechos. La mirada de las víctimas fue lo más impactante, no sabían qué hacer, permanecían en shock, incrédulas ante la situación.

Sentados permanecieron algunos, sobre las bolsas de ropa que les llevaron personas en apoyo a la tragedia; no daban crédito a lo sucedido, mantenían una mirada que quería romper en llanto, pero a la vez, perdida, observando la escena.

Algunos de ellos vivían en el Quinto Sector desde hace 13 años, otros tenían poco tiempo, sin embargo, ese tejaban era su único lugar donde permanecían seguros y unidos, como el caso de la familia Flores Ortega.

Idalia, su esposo Ignacio y su hija Ilaila arribaron a la capital del Estado hace seis meses, huyendo de la violencia de Guerrero, su lugar de origen.

Se dedican a la venta de semillas y cacahuates en las calles y avenidas de Saltillo para poder darle el estudio a su hija de secundaria, pero lo han perdido todo.

Al día de ayer entregaron 700 juguetes y 500 cobijas en el recorrido.

“Quisiera saber cómo fue, estábamos limpiando mi niña y yo, este terreno es baldío (señaló); empezó atrás del baño de mis vecinos, pensé que era mi vecina que cocinaba, Sali y al momento de ver el fuego todos nos quedamos en shock, no supimos qué hacer”, narró Idalia.

Su cama, ropero, mesa donde comían, zapatos, los libros de la escuela de su hija y hasta las semillas y cacahuates que venden para subsistir, se consumieron en su totalidad. Al ver la imagen, sus lágrimas rodaban por sus mejillas.

Pérdidas. El panorama es desolador, como el semblante de las familias afectadas por el incendio que consumió sus tejabanes la tarde-noche del pasado miércoles.

“Hablé al 9-1-1; le echamos agua, pero con el tinaco que tenía no nos dimos abasto, saqué una cuanta ropa, documentos y mis cobijas, aquí estaba mi otro mueble, mis zapatos, mi despensa, la tele, los celulares se quemaron, mis semillas, cacahuetes, todo se quemó”, dicen incrédulos.

Aún y cuando han perdido todo, Idalia miró al cielo y dijo: “Vamos a volver a empezar de abajo”, se rehusa a regresar a Guerrero o a la Ciudad de México donde radicaron recientemente, para ellos Saltillo es una ciudad con buena economía y con un ambiente de calidad para su hija.

Fueron más de 10 tejabanes consumidos por las llamas, sin embargo, no todos estaban habitados.

MARÍA TRABAJA LAVANDO COCHES

María de la Cruz Posadas narró a VANGUARDIA que no tuvo mucha afectación, se quemó solo una estufa y algunos muebles que no utilizaba, pues tenía poco de haberse ido a vivir a algunas cuantas cuadras de distancia.

Ella trabaja como lavacoches y ayudando a las personas a subir su despensa a los vehículos, sin embargo, rondó la zona afectada en busca de rescatar lo poco que tenía en su vivienda de madera.

Esperanza. Habitantes del sector siniestrado buscaban algo que pudieran rescatar del incendio que consumió sus tejabanes.

“Andamos recogiendo fierritos para tener qué comer, las láminas son ajenas, no las podemos agarrar, para comprar frijolitos, ponerlos en una lumbrita, para comer y pasar el hambre, porque se reventaron los alambres, no tenemos luz tampoco, y tenemos que comprar también veladoras”, dice impotente.

Hubo también quienes no lograron sacar ni sus documentos, se quedaron sin sus actas de nacimiento, certificados de escuela, tendrán que tramitar de nueva cuenta toda su papelería.

“Muebles nuevos, ropa, zapatos nuevos, papeles, perdimos todos los documentos, estábamos en la casa de mi abuelita, no pude hacer nada, empezó a quemarse todo, vinimos y apenas se estaba prendiendo el tejabán de nosotros. Los policías querían meterse, pero ya no se metieron”, mencionó Érika Yurili García, que tenía ocho años viviendo junto a su padre y madre en uno de los tejabanes.

La menor estudia en la Secundaria 56 de la colonia Morelos, sus papas trabajan en fábricas, de operarios, no se encontraban en el área al momento del incendio, no pudieron hacer nada por rescatar sus pertenencias.

Las familias piden a gritos ayuda. Entre vecinos y familiares se están dando apoyo para resguardarse, pues aunque el Municipio de Saltillo ofreció un albergue especial para ellos, no se han querido alejar del sitio, donde ya no hay nada que salvar.

Beneficios. Los afectados por el incendio recibieron ropa, zapatos y cobijas de la iniciativa ciudadana.

DATOS

El patrimonio construido a lo largo de más de 13 años, fue consumido por el fuego el pasado miércoles.

Más de 10 tejabanes quedaron convertidos en cenizas (no todos estaban habitados).

Son cinco las familias afectadas.

Ropa, cobijas, comida, es lo que requieren los afectados.

El Municipio habilitó un comedor para alimentar a los vecinos.

Incendio en tejabanes de la colonia Morelos conmueve a saltillenses, que se organizan y brindan apoyo.

LOS SALTILLENSES APOYAN

Familias completas de Saltillo arribaron durante el día de ayer al quinto sector de la colonia Morelos a llevar ropa, zapatos y cobijas a los afectados por el fuerte incendio que consumió más de diez tejabanes.

Por iniciativa propia, niños, jóvenes y adultos reunieron el beneficio y reunidos en familia fueron a la zona afectada, donde los entregaron personalmente a quienes perdieron todo.

Desde el medio día de ayer, cuando los afectados buscaban entre las cenizas encontrar algo de sus pertenencias, fueron llegando los apoyos de familias y organizaciones, que se enteraron de la situación que enfrentan las personas que habitaban en el sitio.

“Trajimos ropa y zapatos, yo vengo con mi familia, mi madre y mi hermana, traemos ropa, zapatos, algo que juntamos ahí en la familia, conozco a la población cercana y hay que apoyar, vi las imágenes del incendio y es difícil quedarse sin tu hogar, aunque sea poco lo que tienes, hay que apoyar,” dijo Claudia García Huerta.

La mujer dijo que es la primera ocasión que realiza este tipo de acciones, pero las imágenes fueron fuertes para ella y sus allegados.

SE UNEN PROFESORES

Maestros de la Sección 5 del SNTE arribaron con juguetes y cobijas, César Ramírez, coordinador de la Región I, dijo que cada año realizan la actividad, sin embargo en esta ocasión acudieron a la zona donde ocurrió la tragedia.

“Sucedió un percance, pero esto cada año los maestros de la Sección 5 donan juguetes y cobijas, por lo que ahora se dará apoyo de todos los compañeros”.

Dijo que aunque esa población demanda otro tipo de necesidades, pues perdieron todas sus pertenencias, se reunirá con el secretario general José Luis Ponce Grimaldo, para analizar una posible ayuda a las familias que perdieron su patrimonio.