Ciudadanos de tiempo completo: despertar, cuestionar y actuar

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Ciudadanos de tiempo completo: despertar, cuestionar y actuar

La muerte de la Gobernadora de Puebla y el Coordinador de Senadores del PAN, la familia Moreno Alonso, del 24 de diciembre, ha provocado diferentes reacciones: algunos comentan que es positivo ya que eran corruptos, otros que provocaron su muerte porque AMLO iba tras ellos, algunos más que es resultado de  las acciones, entre otros. 

Los sucesos de Noche Buena han dejado al descubierto la enorme polarización que dejó la elección presidencial este año en nuestro país. ¿En cuántas mesas de Navidad no fue tema y probablemente dejó silencios incómodos o conversaciones subidas de tono? 

Esto no es nuevo, se ha repetido en la historia. Por ejemplo, la guerra civil estadounidense entre el norte y el sur, en donde familias se dividieron debido a diferencias ideológicas: padres contra hijos, hermanos contra hermanos, puesto algunos consideraban la esclavitud de las personas afroamericanas como natural y hasta parte de su genética y los otros la necesidad de avanzar como sociedad y darles su libertad. 

Aún más atrás, el primer gran libro de historia, la Biblia, nos recuerda en Mateo capítulo 10, versículo 21: “Los hermanos se pondrán en contra de sus propios hermanos y los entregarán a la muerte. Los padres se pondrán en contra de sus propios hijos y los entregarán a la muerta. Los hijos se pelearán con sus padres y los harán morir.” Desde aquél entonces existen diferencias ideológicas que trastocan familias. 

En otras palabras, los conflictos ideológicos no son nuevos, ocurren cada determinando tiempo cuando los sistemas entran en crisis y necesitan un cambio de rumbo, tal como lo que ocurre hoy en México. Lo que sí puede ser nuevo, es cómo los ciudadanos podemos encarar estos nuevos retos. 

Vivimos una época donde la información es abundante, y es nuestra decisión cómo la utilizamos. Cuando los ciudadanos nos informamos y encontramos causas en común, ocurren cambios positivos para nuestra vida diaria.

No estar de acuerdo no está mal, lo que está mal es quejarse y provocar conflictos sin ningún fin específico. Alguna vez me tocó escuchar a un político y abogado mexicano decir que: “en la guerra es tú o yo, y en la política puede ser tú y yo. “ Es decir, la política se trata de generar acuerdos, construir consensos que beneficien a la mayoría. 

Para muestra un botón, la semana pasada durante las discusiones de el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) la comunidad de cineastas y actores se unieron para protestar y exigir la no disminución al presupuesto en su ramo, y obtuvieron 500 millones etiquetados al programa anual que se creía ya extinto, y la permanencia de otros apoyos para continuar el impulso a la cultura y el cine mexicano. La mayoría que tiene morena en la Cámara de Diputados no tenía porque darlos, sin embargo, supo escuchar y ceder. 

Esta es una invitación permanente a que todos hagamos nuestra tarea diaria, como parte de nuestras actividades, el informarnos y reaccionar a los acontecimientos y decisiones públicas, encontrar causas en común con nuestros amigos, vecinos y colegas y construir juntos lo que más nos convenga. 

Necesitamos en México con esperanza, con ganas de construir el presente que todos nos merecemos. Ningún político podrá solo, México necesita ciudadanos de tiempo completo.