La gasolinería ubicada en Juan Navarro y Fundadores luce descuidada y con material como cobre a la mano de cualquier maleante. 

Una cinta de precaución es el único objeto de seguridad que resguarda material de la gasolinería expuesto y algunos incluso únicamente cubierto con lonas o maderas. 

El fácil acceso para manipular cualquier tubería pone en riesgo a colonias aledañas y trabajadores de una tienda de conveniencia; las oficinas de la gasolinería lucen vacías y sin vigilancia de la maquinaria expuesta. 

La lluvia de la madrugada tampoco ayudó a las bombas de gasolina expuestas a la intemperie y sin ningún tipo de cubierta para proteger el funcionamiento de la maquinaria que sirve para medir la cantidad de gasolina a despachar y su costo. 

Ante la falta de algún señalamiento, algunos automovilistas acostumbrados a cargar combustible en este destino se ven orillados a buscar otro punto de venta. Durante la estancia de VANGUARDIA en el lugar, alrededor de 10 vehículos que llegaron al lugar corrigieron su marcha. 

Vecinos del lugar aseguraron desconocer el futuro del establecimiento, limitándose a pedir a la persona encargada tomar medidas de seguridad más severas para prevenir algún accidente o robo que ponga en riesgo su integridad.