Círculo de Oro: Víctor Acosta, voluntario de Cruz Roja
¿Quién recibió la primera llamada de auxilio cuando sucedió el trenazo en 1972? La mamá de Víctor Acosta. Él todavía no estaba ni en los planes. Ella era comandanta, mientras tomaba los datos, al otro lado de la línea, el curso de cientos de vidas dependían de su respuesta. Sin saberlo, envió a un socorrista. Tiempo después él se convertiría en su esposo y padre de Víctor, el súperman de Saltillo. Y es que para tener los nervios de acero se necesita una genética así.
De día Víctor se confunde en la Secretaría de Finanzas, pasa desapercibido entre el vaivén de los papeles. Pero lleva veintitrés años abriendo fierros para rescatar cuerpos adoloridos que le suplican que los salve. No tiene capa, solo su uniforme. Es voluntario y no ha recibido un salario en 20 años. Lo hace, dice porque la humanidad que se vive ahí es indescriptible. Equilibra su trabajo con su pasión y la crianza de su hijo, pues además es papá soltero.