El conflicto entre padres de familia del turno matutino y turno vespertino de la primaria Antonio Narro, ocasionó que un grupo cerrara las instalaciones a las 13:00 horas.

La semana anterior inició la problemática, cuando arrancó la remodelación del aula de cuarto grado, ahí se dispuso a construirse dos cubículos para las direcciones de ambos turnos, mientras que los niños pasarían al salón de USAER, donde se instaló piso nuevo, mientras que los niños de apoyo pasaron a otra estancia que se acondicionó a las maestras de educación especial.

Al darse cuenta de la acción se cerró la escuela, debido a que las madres aseguraban que los salones donde se habían colocado a los estudiantes no eran aptos para su estancia.

Aunado a ello, se criticó que la obra era indicada por la directora, quien demandaba una mayor comodidad en su espacio de trabajo.

En la obra se invirtieron 9 mil pesos de cada mesa directiva —turno matutino y vespertino— por lo que las madres del turno vespertino rechazaron la acción.

El día de ayer, el representante de Santiago Flores, director educativo de la Región Sureste, ordenó la demolición de la obra y cambios antes ya mencionados, lo cual molestó a las madres de familia del turno vespertino, que a la brevedad cancelaron las clases, negado el acceso a los alumnos y maestros.

Oscar Sánchez Quiroz, supervisor de la zona escolar 153 estuvo en el lugar y dijo que los cambios —construcción de cubículos y movimiento de alumnos— estaban autorizados para mejorar la institución, pues estos sitios estaban en condiciones óptimas para recibir a los alumnos.

Sin embargo, el grupo se inconformó y dejó a los alumnos sin clases, por segundo día consecutivo.

EL PROBLEMA, OBRA DEMOLIDA
“Se suspendieron las clases, las madres de familia del turno de la tarde no dejaron entrar a los alumnos ni a los maestros, vino el profesor Edgar Pachicano en representación de Santiago Flores, director de la Región Sur, ellas demandan que no se les tomó en cuenta para demoler una obra de tabla roca que se hizo en los dos turnos”.

“Las madres de familia de la mañana solicitaron la demolición y se ordenó demoler, pero a las madres de familia de la tarde no se les notificó y como cada mesa directiva puso 9 mil 600 pesos, cerraron la escuela.

“Vino la Secretaría y ellos dieron el dictamen de demolición, pero las madres de familia de la tarde dicen que fue una falta de respeto porque no se les tomó en cuenta en una junta compartida, como en el primer caso”.

ESPACIO A MODO
El maestro dijo todos los salones son de 6 por 8 metros, aptos para albergar hasta 53 estudiantes, tienen buenas condiciones de iluminación y ventilación e incluso en mejores condiciones que las anteriores.

Las madres de familia del turno vespertino esperan la aclaración por parte del director regional, para abrir nuevamente las instalaciones, además de que se repongan los 9 mil 600 pesos que aportaron lo cual se ha negado por las autoridades.