Ciencia de la vejez

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Ciencia de la vejez

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Las dietas y los ejercicios ayudan a que su cuerpo y su mente funcionen mejor por más tiempo, no importa la edad que tenga. 

A nivel mundial, se espera que la población de 65 años y más, se triplique: de 524 millones que era en 2010 a 1.5 mil millones que será en 2050.

La mayoría de esa población, al igual que nosotros, esperará vivir una vejez sana y vigorosa. Y para que puedan lograrlo, los investigadores están explorando nuevas formas de manejar o superar algunos de los problemas más comunes y molestos relacionados con la edad.

Pero también hay un montón de gurúes de la salud y la nutrición, que están echando mano de consejos sobre dietas, suplementos y ejercicios, dirigidos a una población ansiosa de probar casi cualquier cosa con tal de alcanzar una longevidad saludable.

La pregunta es, ¿cuáles son los hábitos que nos ayudan a vivir más? ¿Hay que levantar pesas o correr todas las mañanas para mantener el cuerpo en óptimas condiciones? ¿Qué es lo que realmente funciona? Veamos lo que dicen las investigaciones recientes sobre una vejez digna de ser vivida.

Su cerebro
Un pequeño pero fascinante estudio, realizado en 2014 fue el primero en sugerir que la pérdida de memoria propia de la enfermedad de Alzheimer, puede ser revertida a través de un plan que incluya cambios en la dieta, estimulación cerebral y otras acciones que activen la química del cerebro. 

Pero, ¿cómo pueden traducirse esos hallazgos en terapias que nos permitan cultivar una mente más lúcida?

Podemos lograrlo, incluso con terapias muy sencillas, por ejemplo, sabiendo que la afición a los alimentos procesados, a las harinas refinadas y a los dulces, podría inducir demencia.

Lo que pasa es que los atracones de alimentos altos en calorías refinadas tienden a provocar aumento de peso,  y las células de grasa se hacen más grandes cuando engordamos; y cuanto más grandes se hacen, se vuelven menos sensibles a la insulina, lo que lleva a que altos niveles de glucosa permanezcan altos en el torrente sanguíneo. 

Los altos niveles de glucosa disminuyen la sensibilidad a la insulina y eso provoca que los niveles de azúcar en sangre permanezcan altos. Y si sus niveles promedio de glucosa en la sangre suben lo suficiente, usted terminará con diabetes —y esa es una mala noticia para su salud mental.

La insulina es crítica para la salud cognitiva, de hecho, cuando las células se vuelven resistentes a la insulina, pueden comenzar a fallar. 

Y si la situación se pone muy difícil, las neuronas degeneran y comienzan a dar paso a los primeros episodios de demencia senil. 

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De ahí la importancia de limitar la ingesta de refrescos y donas, sobre todo al acercarse a la vejez. Y cambiar a una alimentación basada en opciones más apegadas a la Naturaleza.

La gimnasia cerebral también es importante: resolver crucigramas, memorizar números telefónicos, el NIP de la tarjeta de crédito y la lista del mandado, son ejecicios que le permiten mejorar sus habilidades mentales. Así que mantenga su lucidez mental resolviendo sudokus. Y tire a la basura su lista de compras, para que lleve la suya en la memoria. 

El ejercicio
El ejercicio físico tal vez no sea una panacea, pero confiere un montón de beneficios que se hacen evidentes a medida que uno envejece. Cuando el epidemiólogo Peter Elwood, de la Universidad de Cardiff, le dio seguimiento a los resultados de salud de más de 1,600 personas mayores de 45 años, identificó el ejercicio regular como un hábito clave que reduce el riesgo de enfermedades crónicas en la vejez, entre ellas la diabetes y la enfermedad vascular.

“El ejercicio es uno de los hábitos saludables más importantes y una de las cosas que cada quien puede incorporar a su vida”, dice Elwood. 

Las personas que se ejercitan, disfrutan de una gran recompensa mental y física. Los entrenamientos aeróbicos no sólo detienen la atrofia del cerebro, sino que también ayudan a crecer el hipocampo. Y como resultado de ello los adultos que hacen ejercicio de manera regular son menos propensos a desarrollar demencia, encontró un estudio de 2014 de la Universidad de Cambridge.

Pero caminar alrededor de la manzana de vez en cuando no es suficiente. Usted debe ejercitarse cinco días a la semana durante al menos media hora o 45 minutos cada día.

Participar en una actividad física con una duración de al menos 2.5 horas, a una intensidad moderada (o 75 minutos a una intensidad vigorosa) cada semana, puede aumentar su esperanza de vida en por lo menos cuatro años, dicen los entrenadores deportivos.

Finalmente
Por último, hay cuatro elementos de la vida diaria que es importante mantener bajo control para asegurar una vejez saludable. Los detallaremos enseguida.

-Controle el estrés 
El estrés crónico es un acelerador del proceso de envejecimiento, aseguran los expertos. Así que leer, dormir más y detenerse a realizar una serie de 10 respiraciones profundas varias veces al día, lo ayudará a aumentar su tiempo de vida en este planeta.

Cuide su peso
Se sabe que con la edad se generan cambios en la producción de hormonas, y esos cambios provocan que nuestros cuerpos comiencen a almacenar más grasa y a perder más músculo.

Parte de ese proceso se puede revertir a través del ejercicio regular y una alimentación sencilla y equilibrada, donde abunden las opciones naturales.

Sírvase una copa (pero no cuatro)
El vino tinto contiene ingredientes que pueden retrasar el envejecimiento. Eso incluye una sustancia química producida por la vid, llamada resveratrol, que promueve la supervivencia celular. 

Los expertos aconsejan que las mujeres consuman no más de dos bebidas al día y los hombres no más de tres. 

Descanse
Usted sabe que es importante dormir entre siete y ocho horas por la noche, pero lo que es más sorprendente es por qué es tan importante. Las personas que tienen problemas para dormir son tres veces más propensas a la depresión, una condición que debilita las defensas del sistema inmune y acelera la mortalidad temprana. 

Adopte una terapia conductual que le lleve a mejores hábitos de sueño, como  por ejemplo, despertarse a la misma hora todos los días y confinar el sueño sólo a las horas habituales para dormir. (Discover)