En el 2017 todo era felicidad en la institución rojiblanca. Chivas era el campeón del futbol mexicano y el gigante empezaba a despertar. Cuatro torneos después, nos dejó claro que fue solo un sueño efímero y la realidad los pone cerca del abismo del descenso. 

Chivas se convirtió en el primer equipo en acumular cuatro torneos cortos al hilo sin liguilla después de ser campeón. Ayer ante Puebla, dejó escapar sus posibilidades de avanzar y matemáticamente está fuera. 

El equipo rojiblanco fue campeón en el Clausura 2017 y después su rendimiento vino a menos. En el Apertura del mismo año quedaron en la decimotercera posición de la tabla, en el Clausura 2018 en el penúltimo lugar del torneo, en el Apertura 2018 en el lugar 11 y en el actual están en el decimoquinto lugar con 15 puntos.

Luego de vencer a los Tigres en esa final del 2017, apenas ha sumado 16 victorias en 66 juegos, con una efectividad del 24.2 por ciento.

Por unos momentos, Chivas tendría que agradecer a que existe Veracruz, de lo contrario ya estarían en el descenso. 

En el Clausura 2019, Chivas suma ocho juegos sin victoria. Ese mismo número ya lo había conseguido entre el Clausura 2018 y Apertura 201. En el Clausura 2016 también contaron con ocho duelos sin ganar. 

La última alegría rojiblanca en este torneo fue en la jornada siete ante el Atlas. Las Chivas se despacharon con la cuchara grande y se esperaba que esa victoria los catapultaría al éxito sin embargo ocurrió todo lo contrario. 

Ahora, Chivas espera cerrar de manera decorosa el torneo y rezar para tener un Apertura 2019 distinto.