China recibió el Año del Mono en la medianoche del domingo, en el mayor evento del calendario para cientos de millones de chinos.

Sin embargo, y como en años anteriores, las exhibiciones de fuegos artificiales fueron limitadas con el objetivo de reducir la contaminación del aire y prevenir incendios.

En Shanghái, la metrópolis más grande de China con una población de 23 millones de personas, las autoridades lanzaron por primera vez una prohibición de utilizar petardos y cohetes en el centro.

En años anteriores, el humo causado por los fuegos artificiales, encendidos para alejar los espíritus malignos en el cambio de año, contribuyó a que los niveles de contaminación subieran por encima del límite recomendado por la Organiación Mundial de la Salud (OMS).

En la capital Beijing, las autoridades advirtieron que una prohibición de último momento podría ser introducida si el smog alcanzaba niveles peligrosos. El Año Nuevo Chino, caracterizado como uno de los 12 animales del zodiaco chino, genera una masiva ola de viajes mientras decenas de millones de personas regresan a sus ciudades de origen para visitar a sus familias.

Futuros padres esperan con expectativa el Año del Mono, al que se le atribuye traer niños inteligentes, creativos y seguros de sí mismos.

Se estima que cerca de 690 millones de personas sintonizaron por televisión la tradicional gala de Año Nuevo este año, lo que convirtió a la ceremonia en el show de TV más visto de todo el mundo.