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China busca construir centrales nucleares en el mar
China estudiará la posibilidad de construir centrales nucleares en el mar, en su intento de convertirse en una potencia líder en esta energía hacia 2030, según un informe publicado hoy por el Gobierno chino.
El Ejecutivo llevará a cabo un estudio de viabilidad antes de tomar la decisión de construir plantas flotantes, según precisó el director de la Autoridad China de Energía Atómica, Xu Dazhe, en rueda de prensa, sin dar más detalles.
De momento, la tecnología para llevar a cabo estos planes sólo ha sido utilizada por Rusia, que hará historia este año al poner en funcionamiento una central nuclear flotante para abastecer con energía eléctrica a la inhóspita región del Ártico.
La planta flotante rusa se desplazará por el mar y podrá atracar en cualquier infraestructura portuaria para suministrar energía a ciudades árticas a través de un cable.
Se trata de una tecnología única en el mundo por la que ya se había interesado China.
De hecho, Pekín incluirá en su próximo plan quinquenal (2016-2020), que se espera que sea aprobado en marzo, el objetivo de invertir en el desarrollo de centrales nucleares en el mar, según se anunció a principios de mes.
Las firmas encargadas de estudiar este proyecto son las estatales China General Nuclear Power Corporation (CGN) y China National Nuclear Corporation (CNNC).
CGN, la firma líder del sector en China y la quinta mayor del mundo por capacidad operativa (17 gigavatios) desde 2015, ya anunció a mediados de enero que había llegado a un acuerdo con la petrolera estatal CNOOC, especializada en la extracción petrolífera en alta mar, para desarrollar este tipo de centrales.
Treinta plantas nucleares en activo y se construyen otras 24
Actualmente, China tiene 30 plantas nucleares en activo, con una capacidad total de 28,31 gigavatios, mientras construye otras 24 centrales con una capacidad conjunta de 27,72 gigavatios.
El Gobierno aprobó la construcción de otras ocho plantas de generación de energía nuclear el año pasado, por lo que Pekín asegura que cumplirá su objetivo de llegar a los 58 gigavatios de capacidad nuclear hacia 2020, a pesar del parón vivido tras el desastre de Fukushima en Japón, en 2011.
Tras ese accidente, China paralizó el avance del sector, si bien en 2012 volvió a dar luz verde a nuevos proyectos en busca de alternativas al carbón, su principal fuente de energía y una de las más contaminantes.