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Chile, España y Argentina la apuesta latina en Cannes
Se esperaba una edición más latina, pero al final los programadores del Festival de Cannes apenas han tenido en consideración para la competición oficial al director español Pedro Almodóvar, un "habitué" del certamen francés, y al brasileño Kleber Mendoça Filho, que concurre por primera vez por la Palma de Oro con la legendaria Sonia Braga al frente del reparto.
"Julieta", la historia de un amor desgarrado y el drama menos almodovariano de la veintena de títulos que conforman la obra del director manchego, supone una nueva ocasión (la quinta) para hacerse con la Palma de Oro tras haber sido declarado mejor director ("Todo sobre mi madre") y mejor guionista ("Volver") en el certamen francés.
"Se puede vivir sin una Palma de Oro" afirmaba estos días en París el director español, cuyo nombre se ha visto involucrado en la polémica de los denominados papeles de Panamá, sobre empresas creadas en paraísos fiscales.
Habrá que ver cómo recibe la crítica mundial esta historia de amor, pasión y pérdida que protagonizan Emma Suárez y Adriana Ugarte, que en España ha dividido a la crítica como casi ninguna otra obra del realizador. Tiene fervientes defensores e implacables detractores, sin medias tintas.
Kleber Mendoça Filho, sin embargo, es uno de los nuevos talentos por los que apuesta Cannes. Este crítico, que hasta hace poco compartía cafés y comentaba las películas con los compañeros mientras escribía sus críticas, salta a la parte noble de la sala de prensa, el estrado de los invitados, con su segundo largometraje, "Aquarius", la historia de una mujer que se niega a vender su casa a una constructora inmobiliaria. Y cuenta como protagonista con la gran diva del cine brasileño: Sonia Braga.
Mendoça Filho llamó la atención con su primera película "O som ao redor" (2012), un largometraje que el diario "The New York Times" seleccionó entre los diez mejores del año. Su segunda cinta se disputa ahora la Palma de Oro con los grandes del cine mundial.
Tras varios años con una pobre presencia española en Cannes, este año se podrá ver fuera de competición el séptimo largometraje del catalán Albert Serra (Banyoles, 1975), un singularísimo artista que hace años se declaró de forma lapidaria "como el mejor director" de España y que suele mostrar su obra en el Festival Cannes. Pero su anterior cinta, "Història de la meva mort", se alzó con el Leopardo de Oro en Locarno con una historia en la que unía con su ultrapersonal estilo a Casanova y al conde Drácula.
Serra se apoya por primera vez en un elenco de actores profesionales para "La mort Louis XIV", en la que reconstruye los últimos días del legendario monarca francés, el "rey Sol", con ayuda del actor Jean-Pierre Léaud, un colaborador frecuente de Jean-Luc Godard, que despuntó con François Truffaut.
Además, también hay varios actores españoles en la sección oficial. Javier Bardem protagoniza junto a Charlize Theron "The Last Face", que dirige Sean Penn. Bardem, que se hizo con el premio al mejor actor en Cannes con "Biutiful", se mete en la piel de un cooperante para este trabajo que aborda la ayuda humanitaria y con el que Penn concurre por primera vez por la Palma de Oro.
Por su parte, la también actriz y realizadora Nicole García atrapa en un matrimonio infeliz a Marion Cotillard y al catalán Alex Brendemühl ("Wakolda") en "Mal de pierres", otra de las apuestas francesas por la Palma de Oro.
En la Semana de la Crítica, que cumple este año 55 ediciones, se podrá ver "Mimosas", de gallego Olivier Laxe, quien se traslada al Atlas marroquí con su segundo largometraje para rodar una historia de un hombre moribundo que quiere ser enterrado en las montañas con los suyos.
Asimismo, el cortometrajista Juanjo Giménez y el colombiano Simón Mesa Soto muestran son los únicos en lengua hispana que aspiran a una Palma de Oro en este formato breve. El primero presenta "Timecode", mientras que el segundo, que ya se hizo con el gran premio de esta sección hace dos años con "Leidi", vuele a probar fortuna con "Madre".
En la sección Una Cierta Mirada, la segunda en importancia en el certamen francés, la presencia latina se limita a la argentina "La larga noche de Francisco Sanctis", de Andrea Testa y Francisco Márquez, que llega a Cannes tras hacerse con el premio a la mejor película del Bafici, el festival de cine independiente de Buenos Aires.
Basada en una novela de Humberto Cacho Constantini, la cinta narra el dilema de un hombre corriente durante la última dictadura argentina (1976-1983).
Mientras, la sección Quincena de los Realizadores tiene acento chileno. De los 18 trabajos presentados, dos proceden de ese país sudamericano. El director Pablo Larraín, que ha ido diseccionando el pasado reciente de su país más doloroso a través de sus anteriores trabajo, regresa a la sección que siempre le ha abierto los brazos en Cannes desde su segunda película ("Tony Manero"), para acercarse a otro de los grandes mitos del país, Pablo Neruda, al que retrata de forma poliédrica.
El director se inspira en el paso a la clandestinidad del aclamado premio Nobel, interpretado por Luis Gnecco, para hacer comprender al espectador no sólo la relevancia del escritor en su país sino también sus contradicciones. El actor mexicano Gael García Bernal, con quien Larraín ya había colaborado en la exitosa "No", encarna al policía que lo perseguirá hasta su huida a Francia.
"Neruda" está ambientada a fines de los años 40, la misma época en que otro chileno, el psicomago, escritor y director de cine Alejandro Jodorowsky enmarca "Poesía sin fin", una obra que se puede entender como una continuidad de "El topo", y en la que el artista multidisciplicar reconstruye su juventud en la ciudad de Santiago de Chile.
Sus hijos Adan y Brontis Jodorowsky protagonizan el trabajo del cineasta, que ya ha cumplido los 87 años y cuenta con una legión de lectores, así como muchos seguidores de sus películas.
Además, el homenaje que se rendirá este año en Cannes a Robert de Niro tendrá cierto toque venezolado. En el marco de ese evento se proyectará "Hands of Stone", un biopic sobre el boxeador panameño Roberto Durán, conocido como Mano de Piedra, que dirige el venezolano Jonathan Jakubowicz y en el que su compatriota Edgar Ramírez se mete en la piel de Durán. De Niro encarna a su entrenador.
A decir de muchos, Cannes no presta la debida atención a las producciones iberoamericanas, que suelen quedar desplazadas a otras secciones o competiciones paralelas y este año ha sido especialmente decepcionante la ausencia del cine mexicano, que tantos éxitos ha venido cosechando en las últimas ediciones y que se tiene que conformar con la presencia de García Bernal en la cinta chilena y de su "cuate" el actor y director Diego Luna en el jurado de Una Cierta Mirada.
Además, en Cannes Classics se exhibirá una copia restaurada de "Tiempo de morir" (1966), de Arturo Ripstein, quien ha competido en tres ocasiones por la Palma de Oro.