A Chihuahua a un baile
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A Chihuahua a un baile
El día de ayer estuvo en Coahuila José Reyes Baeza, director general del ISSSTE, quien vino a anunciar la construcción de un nuevo hospital del referido instituto en Torreón, con una inversión superior a los mil millones de pesos. El funcionario federal aprovechó su visita para destacar los logros obtenidos en la gestión de Rubén Moreira al frente del Gobierno coahuilense. Antes, estuvieron por estas tierras algunos miembros del gabinete federal, como el general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional; Miguel Ángel Osorio Chong, segundo de a bordo del Gobierno de la República y encargado de la política interna en el País; el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, y el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida. Como en anteriores ocasiones, todos ellos elogiaron los avances del actual Gobierno, principalmente por lo que hace a la notable disminución de la violencia, la generación histórica de empleo en la entidad y la ampliación de la cobertura educativa, lograda con la puesta en operación de nuevas preparatorias y universidades.
Fue precisamente José Reyes Baeza, quien derrotó en las urnas al panista Javier Corral Jurado en su primer intento por convertirse en Gobernador de Chihuahua. En el segundo round como abanderado blanquiazul, Corral corrió con mejor suerte. Aprovechó la fórmula “mágica” usada por los conservadores en las elecciones del 2016. Ofreció el “cambio” sólo por cambiar, y prometió “hacer justicia” al meter a la cárcel a su antecesor, el priísta Cesar Duarte (¿dónde hemos oído eso, mamá?). Y como prometer no empobrece, el entonces candidato dijo estar resuelto a hacer un Gobierno que sea referencia en el País. Esa promesa Corral sí la cumplió para desgracia de las y los chihuahuenses. Ciertamente, la entidad ahora gobernada por el panista es referente nacional, pero lo es por sus altos índices de inseguridad. De acuerdo a cifras oficiales, en lo que va de la administración del hombre del “cambio”, los homicidios dolosos han aumentado 91 por ciento. Incrementos similares han sufrido otros delitos que son medidos por el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Las cosas no pintan bien en el norteño estado y, sin embargo, parece que su Gobernador está más preocupado por mejorar su swing en la práctica del golf; fino y caro deporte, por cierto. ¿A qué Alcalde coahuilense de extracción panista se parecerá el Gobernador chihuahuense, mamá? ¡Ah!, ya me acordé, a uno que le gusta ir a “tirar” unas cuantas bolas ¡a Escocia!
Y es que mientras nuestro estado vecino estaba bajo fuego, el panista Javier Corral Jurado gozaba de un fin de semana largo en Mazatlán, hasta donde llegó en avión privado, para disfrutar las comodidades del exclusivo campo de golf de la Marina el Cid. El consumado golfista y Gobernador en sus ratos libres tuvo la oportunidad de tomarse unos días de descanso mientras en su entidad se registraban 14 nuevos homicidios. Ante esta situación, Corral optó por tomar dos vías: la primera, aventar el arpa al Gobierno Federal, argumentando que las cifras de delitos fueron maquilladas durante la administración de su antecesor; y la segunda, enfatizar su propósito de encarcelar a César Duarte. Al respecto, el mandatario declaró: “el mayor reto que ha enfrentado mi Gobierno en estos primeros seis meses ha sido el de no defraudar la esperanza del pueblo de Chihuahua en su exigencia de justicia”. Dicho de otra forma, si los ciudadanos están en constante riesgo por la creciente inseguridad, a su Gobernador le importa un comino; su verdadero objetivo es llevar al anterior mandatario ante las autoridades y verlo tras las rejas.
Aquí en confianza, los casos de revanchismo político ahora no son conductas extraordinarias, pero destinar todos los esfuerzos de un Gobierno para desacreditar a una sola persona, mientras el resto de la población sufre el flagelo de la delincuencia, es altamente cuestionable.
Escuché hablar de Francisco de Quevedo a través de su poema “A una Nariz”, publicado en el Siglo 17 en franca burla al aspecto de la protuberancia nasal de Luis de Góngora. Debo confesar que me sentí aludido, pero me tranquilizó saber que la referida pieza literaria había sido escrita varios siglos antes de mi nacimiento. El satírico escritor madrileño, considerado uno de los principales exponentes del Siglo de Oro de las artes, alguna vez dijo: “nadie promete tanto como el que no va a cumplir”. En Chihuahua prometieron un “cambio” y éste llegó en forma de retroceso; a los chihuahuenses les vendieron “espejitos” diciéndoles que serían un referente nacional y hoy, lamentablemente, lo son. Ahí se los dejo para la reflexión.