Aunque goza de todo el apoyo en su nueva escudería, es una realidad que —poco a poco— la paciencia de Red Bull hacia Sergio Pérez comienza a ser considerablemente menor. Sin algún podio en la actual temporada (cuatro carreras), el mexicano se ha quedado lejos de ser el coequipero que tanto necesita Max Verstappen para hacer frente a las siempre competitivas Flechas Plateadas de Mercedes.

“No consiguió avanzar en una pista tan difícil para adelantar, porque necesitamos desesperadamente que esté en ese hueco, para que Mercedes no tenga las opciones estratégicas que tuvo”, aseguró Christian Horner, director de la escudería austriaca. “Estoy convencido de que eso llegará para Checo a medida que encuentre más confianza y tiempo en el coche”, agregó.

La próxima carrera será dentro de dos semanas en Mónaco, sitio en el que Red Bull ha sacado buenos resultados. Sumó una victoria con Daniel Ricciardo en 2018. Pero Verstappen no ha tenido buena fortuna en el circuito callejero, con un cuarto puesto en 2019 como su mejor actuación. Pérez quedó tercero en la edición 2016, entonces con Force India.

“Es importante seguir dando esos pasos y juntar todo el fin de semana, pero me lleva demasiado tiempo ponerme al día”, dijo Checo, tras el Gran Premio de España. “Los elementos están llegando, pero no juntos. Estoy emocionado por Mónaco, especialmente con este coche, ya que históricamente ha sido competitivo y creo que tenemos posibilidades de ganar”.

El tema es que debe conseguirlo pronto, porque empieza a haber desesperación, incluso de su compañero de equipo. “Así ha sido todo el año: Somos bastante competitivos en la clasificación y flaqueamos un poco en la carrera”, reconoció Verstappen.