Cada año se registran en promedio 25 mil denuncias de niños abusados sexualmente en México, es decir, casi 70 diarios y tres cada hora, señala Rosario Alfaro, directora de la organización no gubernamental Asexoria.

Entrevistada en el marco del Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual Infantil, que se conmemoró ayer, la especialista afirma que la edad de las víctimas va en descenso, pues cada vez son más niños menores de 10 años e incluso bebés los que sufren de ese tipo de agresiones, que se dan sin importar la condición social.

Expone que muchas personas piensan que estas agresiones se presentan más en familias pobres, pero “en realidad se registra en todos los estratos socieconómicos, en los de nivel alto, el responsable no sólo puede ser algún familiar directo, sino también tienen chofer, personal de seguridad y otros empleados que llegan a ser agresores”.

El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) señala que “el abuso sexual ocurre entre un menor y un adulto que es el padre, cuidador o responsable de la niña o el niño. Típicamente involucra la explotación sexual del menor o sirve para gratificar o estimular sexualmente al adulto.

“El abuso sexual abarca un amplio rango de comportamiento que puede incluir o no los contactos de naturaleza sexual. Los actos que no involucran dicho contacto incluyen: los comentarios de índole sexual, el exhibicionismo y la masturbación, el vouyerismo y la explotación a material pornográfico.

“Los abusos sexuales ocurren preponderantemente al interior de la familia en todos los grupos étnicos y clases sociales”.

Rosario Alfaro destacó la creciente vulnerabilidad de los menores a través de internet y mediante éste, de la pornografía infantil: en 2013 se registraron 13 mil nuevas cuentas en el mundo, ante lo cual alertó sobre el grooming.

La organización Save the Children define este como “el ciberacoso sexual infantil por internet. Un acosador puede tardar 12 minutos en que su víctima se quite la ropa. El grooming puede escalar a través de presiones para llegar incluso a encuentros físicos, desembocando en trata infantil, pornografía o abuso sexual”.

Destaca que realiza acciones para conseguir que sea tipificado como delito en México, además de crear manuales que ayuden a la sensibilización y prevención de ese fenómeno.

La especialista resaltó que entre las realidades del fenómeno es que México tiene el primer lugar en abuso y maltrato infantil entre los países de la OCDE, además de ser el número uno en producir y distribuir pornografía infantil.