El problema del graffiti es una constante en el Centro Histórico de Saltillo, tanto que en un recorrido realizado ayer se pudieron contabilizar 18 pintas en la calle Juan Aldama y al menos 21 en Ignacio Allende, vías que recientemente fueron rehabilitadas; en la calle Benito Juárez se observaron 15 graffitis más.  

Además, el 80 por ciento de los señalamientos viales tienen calcas y algunas tapan la visibilidad de la indicación que dan.

Marco Flores Verduzco, director del Centro Histórico, comentó que hay una gran incidencia de los lugares que se graffitean, pues cuando detectan uno y lo pintan para quitarlo, en cuestión de días ya está de nuevo en el mismo lugar.

También señaló que este tipo de vandalismo deteriora la imagen urbana y provoca daño patrimonial, pues sitios como la Benemérita Escuela Normal de Coahuila y el Teatro García Carrillo han sido blancos del graffiti.

El funcionario municipal señaló que se está empezando a hacer el conteo de graffiti para monitorear si aumentan o disminuyen mes con mes.

MENORES LA LIBRAN
La mayoría de los graffitis son realizados por menores de edad, por lo que no reciben castigo pues al tener menos de 18 años las autoridades no pueden consignarlos, y aunque el propietario denuncie en el momento tampoco puede hacerse algo al respecto, ni reposición de daños por parte de los padres del menor.

Cabe mencionar que en algunas ocasiones los responsables de las pintas son estudiantes, y alrededor del centro de la ciudad hay 10 mil alumnos de distintas escuelas.

VANGUARDIA acudió al Centro Integral de Atención a Adolescentes para conocer cifras de cuántos menores se remiten con ellos en caso de cometer el delito de la pinta de graffiti, pero señalaron que no podían dar a conocer ese tipo de datos.

¿Y LAS SANCIONES?
Según el Código Penal  de Coahuila, el delito de “grafito” se castiga con hasta tres años de cárcel, en el caso de cualquier inmueble, y hasta seis años cuando se trate de bienes públicos que formen parte del acervo cultural.

El artículo 438 Bis del Código Penal, adicionado desde el 22 de junio de 2004, se refiere a sanciones y figuras típicas de grafito: “Se aplicará prisión de un mes a tres años y multa: A quien por cualquier medio, sin importar el material o instrumento que utilice y sin consentimiento de quien pueda darlo conforme a la ley: pinte, grabe, raye, tiña o imprima palabras, dibujos, símbolos, manchones o figuras a un bien mueble o inmueble”.

Y añade: “Se aplicará prisión de un mes a seis años y multa: A quien realice cualquiera de las conductas a que se refiere el párrafo anterior, en bienes del dominio público o privado que hayan sido declaradas por las autoridades competentes como parte del acervo cultural del Estado o de cualquier municipio, y cuya reparación sea difícil o imposible”.

Sin embargo, no hay antecedentes de que a alguna persona se le haya aplicado por parte de las autoridades judiciales las penas de cárcel que contempla el Código Penal vigente en el Estado.

Cabe señalar que la multa por hacer pintas en monumentos o edificios históricos es de 100 a 50 mil salarios mínimos, según el INAH.