Con pérdidas  que alcanzan el 30 por ciento opera la Central de Abastos "Mercado Benito Juárez" en Saltillo. Debido a la caída en las compras por parte de los clientes ante la pandemia que se vive por COVID-19, algunos locatarios consultados por VANGUARDIA, aseguraron que aunque las ventas bajaron, no existen motivos de producción para aumentar el costo de sus productos. 

Aunque las ventas disminuyeron en los últimos días, fruterías y bodegas de abarrotes aseguran que no incrementarán sus precios pues eso significaría otro golpe a la economía de sus consumidores. 

Algunos locatarios como la Frutería Marroquín, optaron por abaratar los precios de los productos más maduros, para que las personas que atraviesan por una situación económica complicada los aprovechen. 

"Cuando los precios suben es porque hay desabasto y ahorita todavía no hay desabasto de nada, tampoco han habido heladas o algún otro desastre que arrase con las cosechas de temporada. Y aunque tengamos que apretar el cinturón todavía no podemos subir nuestros precios", comentó uno de los bodegueros.

Además, señaló que por el momento las frutas y verduras que están apunto de maduración las ofertan a un precio más económico a la ciudadanía o en algunos casos se convierten en donativos para casas de asistencia social. 

En este mismo recorrido, se constató que algunas bodegas de las distintas naves de la Central de Abastos ya no permiten el acceso a sus clientes y les piden que hagan fila afuera de los establecimientos y les proporcionen una lista de sus compras para entregárselas en bolsas y cajas.