Pese a los insultos y agresiones que el electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado en contra de los mexicanos, a la empresa Cementos de Chihuahua, no parece importarle.

Sin ningún impedimento Enrique Escalante, director de la cementera, lanzó su ofrecimiento como colaboradores en  la construcción del muro que Trump quiere construir en la frontera de Estados Unidos  con México.

“No podemos ser selectivos. Tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados”, dijo el director.

Aunque durante su campaña electoral, Trump no estableció con certeza las medias de lo que sería su “Hermoso muro”, como alguna vez lo llamó el propio magnate, a la cementera de Chihuahua le convendría que fuera alta, gruesa y de hormigón armado, claro, de ser aceptada su colaboración para levantar.

"Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria", añadió el director general de la compañía, Enrique Escalante, refiriéndose a los otros proyectos anunciados por el magnate en infraestructura –carreteras, aeropuertos– o energía –plantas de petróleo, eléctricas–.

Con información de El País